Preséntate a nuestros lectores, cuéntanos algo de ti.

Mi nombre es Mayte Esteban y soy licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Alcalá de Henares. Hasta el momento tengo cuatro novelas, las tres primeras autoeditadas y la cuarta, Detrás del cristal, con Ediciones B (Vergara). Desde 2008 administro un blog, El espejo de la entrada. Escribir es mi pasión.

¿Cuándo decidiste ser escritora?

Siempre he escrito, desde que era muy pequeña, como algo que forma parte de mí igual que respirar. Es cierto que en todo esto ha habido dos puntos de inflexión que han marcado un antes y un después. El primero, el que me atreviera a enviar un relato a un concurso y quedase segunda, que me hizo perder el miedo a que leyeran lo que escribo. El otro, mucho más reciente, cuando ya había autoeditado las dos primeras novelas, Su chico de alquiler y La arena del reloj. Empecé a conocer la obra de otros escritores que estaban poniendo sus obras visibles gracias a la facilidad que te ofrecen las redes y pensé que quizá no era una locura intentarlo de manera más seria. Detrás del cristal fue en principio una autoedición que llamó la atención de varias editoriales nada más subirla a Amazon. Desde julio de 2013 está vinculada a Ediciones B.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

De momento me muevo por dos géneros, la novela juvenil (Su chico de alquiler y El medallón de la magia) y la novela intimista contemporánea, si es que eso existe. Ahí podríamos enmarcar La arena del reloj y Detrás del cristal, aunque esta última, al contener una historia de amor ha sido también considerada romántica. Pero siempre advierto que me alejo mucho de los tópicos de este género.

¿Cuál ha sido tu último libro?

Como he dicho, la última novela publicada ha sido Detrás del cristal.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿Qué te inspiró?

Pues en realidad no lo sé. En principio tengo claro que planteé una comedia de enredos pero yo misma, a lo largo del proceso de escritura, me fui enredando en la misma. Una idea empezó a circular por mi mente y reconduje el texto para ponerla de fondo. Toda la novela habla del miedo, del que tenemos a equivocarnos, a tomar decisiones, a agarrar la vida por los cuernos y no dejarnos llevar por las circunstancias. Lo cuento desde un enfoque que en principio puede parecer ligero pero que en realidad no lo es tanto.

No creo que me inspirase en nada concreto pero los personajes, en muchas de sus actitudes y pensamientos pueden resultar el reflejo de personas reales, de las que nos cruzamos todos los días. La situación es estrambótica, pero la novela es ficción y te deja jugar con eso precisamente, con la imaginación a la hora de plantear una trama.

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

Siempre digo que es Alonso, el fantasma de un soldado de Felipe IV que aparece en El medallón de la magia y supongo que es él porque me divertí muchísimo con un personaje que sufre de pronto el ser trasplantado del XVII al XXI, con el choque brutal que eso supone. Me gustó jugar con su manera de expresarse y con lo difícil que le resulta acomodarse al progreso. A él todo le parece magia y le impresionan más elementos que nos son comunes, como el mando a distancia, que el hecho de que la protagonista sea una bruja con poderes.

Algunos creen que la vida de los escritores se refleja en sus obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

El narrador a veces deja escapar algunas de mis convicciones personales. Los personajes los voy construyendo a través de la observación de personas reales, pero intento siempre distanciarme de todos. Nunca haría la locura con la que arranca Detrás del cristal, por ejemplo. Sin embargo, el narrador de mis novelas opina y ahí me dejo ver.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Es una manera cómoda de leer, mucho más barata que el soporte tradicional en papel y que está evolucionando muy bien y muy rápido. En tres años he pasado de leer en una tablet a un lector digital específico y para mí ya no hay vuelta atrás. Sin embargo pienso que al papel le queda mucho tiempo porque yo misma no puedo evitar la fascinación que supone entrar en una librería. Si no salgo cargada con más libros es porque el precio los ha convertido en un objeto casi de lujo.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

Constantemente. Es una manera de chequear tu evolución al narrar, de saber si estás consiguiendo que te entiendan y además es muy enriquecedor personalmente. Diariamente reviso las redes y procuro contestar a todo el mundo que se acerca para darme su opinión. De momento no me planteo páginas para las novelas porque creo que con lo que tengo ya se me va suficiente tiempo. Esto es lo que tiene, que el tiempo que empleas en las redes puede minimizar el de escritura y tampoco quiero que eso suceda.

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¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Estoy leyendo Coltan, de Alberto Vázquez-Figueroa. Constantemente estoy leyendo. Cuando por ahí leo que algunos escritores mientras están con una novela no leen nada me entristece mucho porque pienso que esto forma parte del aprendizaje como narrador, que sin haber leído lo que he leído no habría llegado a ser capaz de escribir.

¿Quién es tu escritor favorito?

Es muy complicado quedarse con uno solo, aunque Auster, escriba lo que escriba, me encanta. Tiene algo que siempre busco en los escritores: voz propia. Es absolutamente inconfundible. Cuando leo algo me gusta reconocer al autor por su manera de construir las frases, de adjetivarlas... Si de una obra a otra no puedo, me siento bastante decepcionada.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

Ahí sí que te digo que no sería capaz.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

Pues ahora hay dos terminadas, una romántica y otra intimista. Estoy en fase de reposo de los textos, esperando volver a leerlos para decidir si ya están o les falta algo. Y la segunda parte del medallón, mi eterno pendiente, sigue avanzando, aunque miedo me da la longitud que está adquiriendo.