¿Cuándo decidiste ser escritora?

Cuando traspasé la línea que separaba a la persona que leía los libros y quería escribirlos de la que, finalmente, pudo hacerlo. Era un afán que siempre había estado en mí, desde muy pequeña, pero hasta que no tuve las "herramientas" necesarias para desarrollar esa vocación pasaron muchos, muchos años. Sin embargo, no creo que fuese un deseo consciente, de decir: "Mañana lunes, a las 13:15 h., seré escritora". Más bien fue un proceso que se gestó a fuego lento, tras varias décadas como lectora impenitente y muchos intentos a base de relatos, historias cortas y narraciones de todo tipo.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

Aquellas que me gusta leer. Creo que esa es la clave de encontrar tu camino como escritora. Escribir sobre lo que te gusta leer. Sobre todo, que tenga una base emocional, que haya un núcleo de base sobre el que asentar toda la historia, no funcionar a base de automatismos. Existen fórmulas para "fabricar" best-sellers, pero, sin alma, el armazón se cae por sí solo. Así, no tengo un género preferido, en eso soy muy diversa: igual puedo escribir una intriga romántica que un drama intimista, pasando por una historia de corte detectivesco o de ciencia ficción. Eso sí, siempre con las relaciones entre mujeres como eje central.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿qué te inspiró?

Mi último libro es la segunda entrega de una serie detectivesca que llevo en danza, la de la detective privada Catherine S. Maynes. La inicié en 2011 con la publicación de "El primer caso de Cate Maynes" y a finales de 2014 salió su continuación, "Los hilos del destino", ambas con la editorial Egales. No fue exactamente inspiración, aunque trabajo mucho con ella, sino la plasmación de un proyecto que me llevará algo así como una década culminar, si todo sale como está previsto. Mi idea es que las andanzas de la vida de Cate (a la que yo defino como un desastre ambulante) tengan un límite finito, esto es, que tengan principio y fin. Y cuando termine de contar todo lo que quiero contar, Cate dirá adiós.

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

Bueno, casi te diría que Cate, ya que es la que me "llevo" a todas partes. Es difícil no tenerla presente, si forma parte de un proyecto que va a abarcar tanto tiempo de mi vida. Sin embargo, hay otro personaje al que le tengo un cariño especial y es al de Valeria, de mi novela "Elisa frente al mar". Es uno de esos personajes que te duelen, pero que no podría haber concebido de otro modo. Valeria reúne sonrisas y lágrimas en un solo ramillete y creo que eso es lo que la hace especial.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en su obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

Mucha, una gran parte. "Elisa frente al mar" es mi novela más personal, en la que he volcado más sentimientos y emociones propios. No es exactamente autobiográfica, pero sí que me muevo en ella sobre un mapa emocional conocido. No retrata hechos estrictamente reales, sino que, usando como base una serie de sentimiento y experiencias propias, modela una historia formalmente ficticia, pero con un fondo vital real.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Que bienvenidos sean, si con ello se fomenta la lectura. La inmediatez, la facilidad y la comodidad que permiten a la hora de adquirir un libro son las grandes ventajas que veo en ellos. No obstante, el mal uso que algunos le dan a la digitalización de las obras (intercambios masivos, descargas ilegales, etc...) ha hecho que algunos autores los veamos como una especie de bestia negra, cuando no debería ser así. A mí me parece fascinante la idea de tardar tan solo dos segundos en tener un libro en mi lector, sin salir de casa, pero es la interpretación interesada que se ha hecho de la manida frase de "la cultura tiene que ser gratis" lo que, finalmente, va a terminar con la propia cultura. Una cosa es el acceso libre a la misma para todos, y otra muy distinta apropiarse indebidamente del trabajo y el esfuerzo ajenos. Si los productores de cultura no cobramos por nuestro trabajo, difícilmente podremos seguir produciendo.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

Sí, mucho. Tengo perfil en varias de las más conocidas y suelo estar al tanto de ellas. Las uso tanto como vehículo promocional y de comunicación como un modo de interactuar con mis lectorxs. Es maravilloso, por ejemplo, que un día te levantes con un correo de alguien del otro lado del océano, así como constatar que, por mucho que pueda haber miles de kilómetros de separación, las historias tienden puentes universales entre quien escribe y quien lee. Tengo la inmensa suerte de tener lectorxs muy agradecidxs, y de contar con su apoyo, algo que, para mí, es imprescindible porque soy de las que piensan que, si no hay nadie al otro lado de las páginas, la esencia misma del que escribe se pierde.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Varios, de hecho. Sigo siendo una lectora voraz, eso es algo que me acompañará siempre. A veces suelo simultanear varias lecturas, y dependiendo de lo que me apetezca en ese momento, escojo una u otra. Los que ahora llevo en danza son "Diez relatos", de Valerie Col, "La hija de la criada", de Barbara Mutch, "Lorna", de Erika Hav y una serie de fanfics (historias escritas por fans de series/libros/películas) bastante heterogéneos.

¿Quién es tu escritor favorito?

Ah, esa es una pregunta terrible para una lectora voraz, porque es como preguntar a quién quieres más y eso es imposible. Dejémoslo en un buen puñado de autoras y autores, de muy diversa índole.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

Es la misma pregunta anterior, bajo otro enunciado. Imposible elegir. Tengo varios libros que suelo releer de forma recurrente y, de nuevo, abarcan muchos géneros y formas de escribir. Por poner un ejemplo, dos de ellos serían "Carol", de Patricia Highsmith y "Crónicas de robots", de Isaac Asimov.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

En mi cabeza siempre hay una última novela, si bien últimamente se está tomando un descanso. Pero aparte de en mi cabeza, suelo tener alguna que otra en el cajón y, de tenerla, sería en la línea de la intriga romántica. Que acabe saliendo en forma de libro es otra cuestión.

Punto final. ¿Quieres añadir algo a modo de despedida?

Agradecer la existencia de proyectos como esta web, que fomentan y sirve de escaparate para todo tipo de autoras y autores, más allá del puñado de nombres más reconocidos y apoyados por las grandes editoriales.
Y, por encima de todo, agradecer a mis lectors su constante y cariñoso apoyo. Como siempre digo, nos vemos al otro lado de las páginas.