Como cantaba Louis Armstrong, el mundo es un lugar maravilloso, lleno de pajaritos y florecillas, pero también de criaturas terribles. Cada año, 600 personas son devoradas por cocodrilos; 800 acaban en la barriga de tigres, leopardos y leones; 2.000 mueren a causa de picaduras de arañas y escorpiones; 125.000 son víctimas de mordeduras de serpientes, y cerca de tres millones caen por culpa de los mosquitos. Hay medusas diminutas que pueden matar a una persona entre dolores atroces, arañas mortíferas que anidan en las piscinas y encima saben nadar, hormigas capaces de dejarte en los huesos sin ponerte a dieta, preciosas caracolas que disparan dardos mortales y hasta un simpático pececillo, el candirú, que tiene la fea costumbre de meterse por la uretra cuando haces pipí en un río.