La historia en Fagho continúa ahora con más hazañas, más peripecias,
mayores peligros y nuevas amistades.


Un nuevo peligro acecha a Ándragos, el más inimaginable. Drakon ha hecho una Alianza con un ser implacablemente malévolo que habita en los Etéreos del Mal. La única esperanza de los andraguenses es encontrar a un guerrero capaz de enfrentarles.
A Arcon y a Karime no les importará poner en riesgo su vida con tal de encontrar a la figura del visor, un artilugio faguense que guarda la imagen clara y precisa de dicho guerrero, extraída de la mente de un vidente de Fagho, y en conjunto con el grolyn, el elixir (una sustancia mágica) y un acto totalmente descabellado logran viajar a la Tierra, el único sitio en el universo donde saben que pueden encontrar ayuda.
La cotidiana vida de los Barón una vez más se ve interrumpida con una nueva aventura, pero más que aventura, Eric tendrá que enfrentarse a una nueva realidad al enterarse que, esa sombra que logra visualizarse en el visor, no es la de un guerrero consagrado, es la de él.