¿Cuándo decidiste ser escritora?

Ah, pero ¿esto se decide?
La verdad es que no puedo ponerle una fecha; no con honestidad. He escrito, más o menos, con mejor o peor acierto, desde que era pequeña:concusos de la escuela, diarios escondidos, atentados de novela en diskets de 3 1/2, incluso algún que otro fanfic. Pero me imagino que fue hará unos diez años, en un viaje a Noruega en el que se me ocurrió una historia que llevo planeando justo este tiempo y que aún no he empezado a escribir (documentación, ese monstruo). Sin embargo, en 2008 o 2009, me puse a escribir relatos como una posesa y me apunté a un curso de narrativa impresionante en Escueladeescritura.com. Entonce decidí poner toda la carne en el asador y darme un festí. En 2010 fui aceptada en NOCTE (Asociación Española de Escritores de Terror) y ahora estoy intentando hacer historia... (o lo que se tercie).

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

¡Las que se me ocurren!
En realidad, para mí, escribir una novela es como hacerse un tatuaje: una parte lo disfruta, y sabe que esa sensación es la que luego perdurará, pero durante el proceso, otra parte sufre y aguanta y se esfuerza y le es muy duro seguir hasta el final. No tengo ni idea de si también son así los partos, pero tengo una regla más importante que la de huir de símiles manidos, y es escribir desde la experiencia, aunque escriba de otros mundos y seres que no han existido en éste.
Pero volviendo al tema, lo que intento cuando escribo una novela es meterme en ella, en ese universo y con esos personajes, y sacar lo que llevo dentro y lo que quiero contar de una manera que permita al lector hacer lo mismo cuando llega su turno. De modo que no escribo nada que no me guste escribir.

¿Cuál ha sido tu último libro?

Pregunta complicada... El último libro que ha salido publicado es Relatos Insólitos, una antología que mezcla cuentos de terror clásicos con otros contemporáneos, en la que participé como traductora. Como escritora, el último en el que se publicó un cuento mío es Hasta siempre, princesas, otra antología de cuentos de distintos géneros pero todos centrados en figuras femeninas de la historia o la mitología. Sin embargo, ese no es el último relato que he escrito ni el ha sido seleccionado para formar parte de antologías más recientemente, aunque de esos todavía no puedo hablar (secreto editorial, haha).
En cuanto a novelas, estoy terminando (espero) mi primera novela, de género steampunk, en la que llevo trabajando unos 3 o 4 años.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿qué te inspiró?

Pues fue un cúmulo de circunstancias, todas ligadas a mi repentino redescubrimiento del steampunk. Había visitado el género de niña, y me gustaba mucho, pero no fue hasta que volvió a invadir mi vida cuando me di cuenta de que quería escribir algo ambientado en ese universo. El resto de la historia, o la historia en sí, se desenvolvió de una forma más o menos caótica. Había una serie de elementos y temas que quería tocar, pero todo empezó con la descripción de dos personajes, que fue un ejercicio de escueladeescritura.com, y con el final. Se me ocurrió en el Diamant, el bar de Gracia al que solía ir cuando vivía en Barcelona, y lo vi claro como el día (un día soleado, evidentemente). Los desarrollos secundarios, demás personajes, evolución de la historia... están inspirados en lo que ha rodeado mi vida desde entonces: crisis, movimiento indignado, exilio, familia... ¿en un universo steampunk? ¡Pues sí!

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

Todos ellos tienen parte de mí, y yo tengo parte de todos ellos (los malos, los buenos, los idiotas incluso). Pero seguramente al que más cariño le tengo es al de Astoria, de la novela steampunk que estoy escribiendo, porque hay en ella muchísimo de mi hermana. Es un personaje valiente, complicado, impulsivo y temerario a veces, pero sobre todo es un personaje que sonríe a pesar de las adversidades, y que es libre por encima de todo lo demás.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en su obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

Todas. No creo que nadie pueda escribir nada que valga la pena si no pone de su propia experiencia vital en ello. Esto no quiere decir escribir narrativa realista solo, ni mucho menos; me gustan la fantasía y la ciencia ficción porque permiten hablar y analizar la propia vida y circusntancias a través de elementos externos, a otro nivel mucho más profundo e imaginando soluciones que, en el mundo real, parecen no poder encontrarse.
En mis cuentos, mis novelas, cualquier cosa que escriba, están mis miedos y mis esperanzas, mis circunstancias familiares, sociales, económicas de cada momento, pero sobre todo están mis ideas y los anhelos que éstas albergan.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Me encantan. Soy una romántica (y, por lo tanto, estoy condenada a sufrir), y me encantan los libros a papel, con encuadernaciones antiguas y cuidadas... pero los soportes digitales son un avance que no sólo permite ahorrar espacio y peso en nuestras espaldas, sino que favorece nuestro entorno porque los recursos que se utilitzan para producirlos son mucho menores y menos contaminantes. Ahora sólo nos hace falta solucionar cómo se gestionan los residuos generados. Es algo en lo que vale la pena pensar si queremos seguir teniendo literatura más allá de las generaciones más inmediatas.
Por otro lado, los soportes digitales han permitido la democratización de la literatura, algo que tiene sus contras en el sentido de que cuesta mucho más filtrar la gran oferta que hay hoy en día, pero que, a mi entender, tiene muchísimos más beneficios además del ambiental, como que los autores puedan empezar a percibir porcentajes de royalties dignos, que no se publique solamente lo que dará dividendos independientemente de su calidad literaria y, sobre todo, que haya gente que pueda acceder a libros que estaban antes muy lejos de su alcance.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

Lo intento. Me relaciono con gente a través de las redes sociales. Sigo a escritores, artistas, periodistas, y a otra gente que dice o hace cosas interesantes, amén de a mis amigos, y me imagino que me comunico con algún que otro lector, aunque muchos de ellos se han convertido en más que lectores anónimos; en gente a la que conozco por el nombre y por la que me preocupo. No creo que tenga la difusión suficiente aún como para relacionarme con lectores como conjunto, sino que hablo y me relaciono con ellos a nivel más individual, gracias a las redes sociales, eso sí. Mi preferencia, de todas formas es Twitter, ya que se adapta mejor a la vida de locos que llevo (140 carácteres: ¡una maravilla!)

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Otra complicada. El último libro que he terminado fue "Lord Kelvin's machine" de James P. Blaylock, el tercero de una trilogía magistral de ficción steampunk, aunque no es mi preferido de los tres. Antes de este, sin embargo, tuve el inmenso placer de leer "Cloud Atlas" de Dadvid Mitchell, una maravilla de la literatura en todos los sentidos, y uno de los libros que sin duda me ha marcado a nivel personal y como escritora.
Ahora me estoy leyendo la Edda de Snorri, una composición escrita sobre el 1220 en Islandia y que versa sobre la historia y tradición de lo que hoy conocemos como vikingos. A éste le va a seguir la Edda mayor.
Y como soy una persona inquieta por naturaleza, siempre me intento leer a la vez una novela y un libro de divulgación o de contenido más académico. En este caso, estoy leyendo los principos de la Gramática Generativa de Noam Chomsky.

¿Quién es tu escritor favorito?

Eso no se puede preguntar ni responder. Hay un montón de escritores que me gustan y que me han influido, pero no hay uno, "El escritor", al que pueda señalar como favorito.
A nivel inspiracional, en el plano de la literatura, me encantan Tolkien, William Gibson y David Mitchell, mientras que en el plano profesional adoro a Neil Gaiman sobre todo.
En cuanto a literatura de género, aprecio los trabajos y la imaginación de Poe, Lovecraft, Le Fanu, Blaylock y Aasimov en particular. De mi infancia me atormentan Lewis Carroll y Robert Louis Stevenson. Y siempre he considerado que hubiera disfrutado enormemente las lecciones de Homero, amado a Gustavo Adolfo Bécquer y sido una gran amiga de Oscar Wilde.
Y aun así, estoy segura que podría alargar la lista noches y días, con los nombres de grandes escritores que no he mencionado aquí y menciones a escritores de quienes la historia no ha guardado los nombres, pero que merecen tanta gloria como aquellos.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

Eso es trampa y es cruel. No se puede obligar a un escritor a escoger un libro.
Sin embargo, si el barco se hundiera y sólo pudiera coger uno a tiempo, supongo que tendrí que debatirme entre el terror que me provoca "A través del espejo" de Lewis Carroll, el gozo infinito de leer a Tolkien en "El Señor de los Anillos", el amor que le tengo a "El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde" de Stevenson y la maravilla narrativa que son las obras de William Gibson, sobre todo las "Quemando Cromo". Sin embargo, creo que en este preciso instante me llevaría "Cloud Atlas" de David Mitchell. La razón principal es que es un libro que es prácticamente música.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

Creo que lo he avanzado un poco antes, pero básicamente es una novela Steampunk de la que no puedo contar demasiado, porque se sostiene en sucesos que se van revelando según avanza la narración. Sin embargo, si os puedo decir que es una novela de aventuras, un tanto introspectiva, que gira alrededor de la dicotomía poder-deber, y en la que hasta el más opuesto de los personajes es como es por la combinación de la influencia ajena y as expectativas propias. Sí, no dice mucho ahora, pero lo dirá si la leéis...
Después de ésta voy a enfrascarme en otras dos novelas (aunque tengo muchas más en la recámara): una distopía futurista con toques dieselpunk y otra, la que se me ocurrió en mi viaje a Noruega, y que puso en marcha todo mi trabajo hasta la fecha.

Punto final. ¿Quieres añadir algo a modo de despedida?

Es una confesión fatal para una escritora, pero la verdad es que no sé nunca qué decir en estos casos. Escribo no porque quiera fama o dinero (lo segundo nunca viene mal para pagar deudas), sino porque no hacerlo me es tan impensable como no respirar o no sonreir. Lo hago lo mejor que sé e intento saber más cada día. Y, si pudiera pedir tres deseos entorno a la literatura se los pediría a mis lectores: que se prioricen la calidad de lo que leen, independientemente de los géneros y a parte de las modas; que critiquen con aportaciones valiosas, no con desprecio o rabia; y, sobre todo, que ayuden en lo que puedan a quienes no logran acceder a ella, a disfrutar de las realidades cuyas puertas sólo la literatura puede abrir.