¿Cuándo decidiste ser escritor?

Puedo recordar muchas cosas, pero no concretamente eso de ser escritor. No sé en qué momento llegó a mi vida. Pienso que hay recuerdos que están hechos de la bruma y el espejismo de los días pasados, recuerdos que están hechos con el mismo material con el que se fabrican los sueños, con aquella misma licencia shakesperiana que se tomó Bogart con libertad para rematar el final de "El halcón maltés". De manera que a ciencia cierta y a corazón abierto sólo puedo decir dos cosas: una, que la primera vez que llené un cuaderno con una historia ocurrió con quince años después de ver "El baile de los vampiros" de Roman Polanski, pues en ese momento y después de la plasticidad de aquellas imágenes, supe que quería formar parte de ese mundo de fantasía que entraba por mis ojos, de ese terreno fértil donde la imaginación campa a sus anchas. Ha llovido mucho desde entonces, demasiado hasta llegar a la segunda de las cosas que puedo decir hoy y es que cuando ves a tantos compañeros de profesión caer, tantos medios de comunicación cerrar y con inminente probabilidad de que tú puedes ser el siguiente, decides desempolvar viejas inquietudes y probar suerte en la literatura, donde la fantasía y la imaginación antes citadas pueden hacer posible cualquier cosa.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

Siempre quise escribir historias que trascurrían en lugares lóbregos, entre ruinas: mansiones olvidadas, páramos desiertos, viejos castillos acosados por la niebla... historias con mucha torre y mucho chapitel de por medio, como esos escenarios de los que disponían en las viejas películas de la mítica factoría Hammer Films, esas películas de vampiros con Christopher Lee y Peter Cushing, o aquellas de la American International con Vincent Price como principal cabeza de cartel. Siempre quise moverme por ese tipo de escenarios. Y por supuesto están los cuentos góticos de Poe y la renovación del genero de terror con la aportación de los horrores cósmicos de H.P. Lovecraft y su círculo de adeptos, sin dejar atrás el enorme interés que siempre me ha suscitado la novela negra moderna de Dashiel Hammet y Raymond Chandler, con sus complejas estructuras de trama de siempre te hacen desviar la atención hacia otro lado para darte un revolcón tras otro hasta desvelarte el misterio que narran. Una amalgama de todo eso es lo que he descubierto que quiero hacer. "El Rastro de su Voz" es una combinación de escenarios propios del clásico cuento de terror con argumento de gabardina y revolver, algo de iluminación expresionista, sus dosis de aventura y suspense, y un pequeño aderezo de humor costumbrista. He descubierto que me gusta hacer hard boiled con alma de gótico.

¿Cuál ha sido tu último libro?

De momento, mi último y primer libro es "El Rastro de su Voz", una intriga gótica de luces y sombras ambientada durante la posguerra en mi ciudad natal, en Huelva, entre 1945 y 1954, dos fechas significativas además por ser ambas la última vez que nevó sobre nuestros tejados. En el transcurso de ese tiempo, un joven llamado Martín se verá envuelto en la aventura de descubrir por qué no existen más copias del único disco que su madre grabó en vida y que ésta le pide que guarde como si fuera un tesoro. Este carácter de exclusividad atrae la atención de un misterioso coleccionista de objetos únicos capaz de ofrecer una fortuna por algo tan irrisorio como una pequeña canción de pizarra, un curioso personaje del cual le previene su madre antes de que él se marche a un hogar para niños huérfanos con trazas de mansión embrujada mientras ella se cura de la tuberculosis que la aqueja. A simple vista la premisa es bien sencilla, pero poco a poco, en el transcurso de sus investigaciones, el joven Martín se verá atrapado en una compleja telaraña de secretos y mentiras e irá conociendo un amplio elenco de sospechosos habituales cuyas historias y tragedias personales giran en torno al disco de su madre.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿qué te inspiró?

Hace tiempo leí un artículo sobre los discos más caros de la historia, singles por los que se habían pagado auténticas burradas en subastas de internet. Uno de ellos era un sencillo que en los años sesenta grabó un artista de segunda fila de la Motown. Ahora mismo no recuerdo su nombre, sólo sé que la canción estuvo en lo más alto durante semanas y que después de eso no se supo nada más de él porque algún gerifalte de la compañía decidió que lo mejor era que siguiera donde estaba, en la sombra. Y ahí se quedó. Este tipo de historias y leyendas urbanas dentro del mundo de la farándula ha sido una constante desde siempre. Razones pueden haber muchas: envidias, cuestión de problemas imagen, engaños, robos de identidad... Toda historia por pequeña que sea tiene su intrahistoria, su versión no oficial y su misterio. Desenmarañarlos ha sido de alguna manera el otro gran reto de "El Rastro de su Voz".

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

La verdad es que he descubierto que cuando uno escribe vuelca un poco de sí mismo en cada uno de los personajes que fabrica. No creo que existan personas simplemente buenas o malas en este mundo, todo lo contrario. Siempre he pensado en ese equilibro taoísta del yin y el yang, esa filosofía que dice que en todo lo bueno hay algo malo y que en todo lo malo hay algo bueno. Y creo que así han de ser los personajes de un historia también: redondos, con sus cosas buenas y sus cosas malas, que te hagan tener esa incertidumbre constante sobre ellos, que no seas capaz de juzgarlos definitivamente hasta el punto de llegar a adorar al villano de la historia. En ese sentido, en "El Rastro de su Voz" me he dejado un ápice de mí mismo en cada uno de esos personajes, tanto en lo que soy como en lo que creo que ellos deberían ser, y desde entonces pienso que ya hay partes de mí que se han quedado atrapadas para siempre en esas páginas y que quizás nunca más vuelva más a ver hasta dentro de un tiempo cuando vuelva a mirar lo que hizo ese chaval de treinta y pocos desde el cariño de la madurez.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en su obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

Siempre se ha dicho que uno tiene que escribir sobre lo que mejor conoce. Prácticamente son un par de cosas de mis vivencias personales las que han quedado plasmadas para siempre en "El Rastro de su Voz" y que sólo unas pocas personas sabrán identificar. Aparte de eso he aliñado esta historia con detalles y anécdotas que van de lo más a local a lo más general, que hacen la lectura muy amena, con cierto punto de humor costumbrista que siempre viene bien para equilibrar un relato de terror y misterio.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Opino que son un arma de doble filo. Creo que son una gran ventaja para el lector, para ese lector que siempre querrá tener en pasta y papel su libro favorito y que a partir de ahora no tendrá que vaciar su bolsillo por completo para probar suerte a ciegas con otro título o autor del que no sabe nada. Es una ventaja para este tipo de lector como para aquel que no tiene en sus estanterías sitio para un ejemplar más. Es una alternativa pero no lo veo algo definitivo; por contra está el autor, ese escritor que puede ver cómo después de un año, dos o tres, lo que le lleve tejer su historia, tras no encontrar editorial que le edite en papel y tener lanzarse a la autopublicación digital para darse a conocer a él y su obra, puede ver como en un abrir y cerrar de ojos alguien ya ha pirateado su libro y puesto a disposición de cualquiera a libre descarga sin tener que pasarse por taquilla.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

"El Rastro de su Voz" llegará a las librerías el próximo 10 de diciembre y ahora mismo en esta etapa de campaña viral estoy dando a conocer la obra a través de su portada, su sinopsis, algún pequeño fragmento, un montaje con fotos antiguas de mi ciudad, algo de la música que me inspiró a escribir esta historia, etc. La gente está reaccionando muy bien y se están interesando de todos lados, no sólo de Huelva y provincia y de otros puntos del país, sino incluso de fuera. La comunidad latina es ciertamente grande y no sólo me están preguntando si el libro llegará a Venezuela, Colombia, Argentina, Costa Rica o Perú, por citar unos pocos países, sino que incluso desde Estados Unidos también quieren saber si a la librería que hay cerca de su casa llegará El Rastro de su Voz. En este sentido y para ser un completo desconocido estoy bastante contento. Estoy recibiendo muchas muestras de apoyo e interés por todo aquello que doy a conocer del libro y por supuesto hay un pequeño feedback con cada una de esas personas que quieren saber un poco más.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

El último libro que leí fue "La verdad sobre el caso Harry Quebert" de Joel Dicker. Ha sido además el ultimo que me ha enganchado de verdad después de un tiempo sin encontrar ese libro que me hiciera desear que pasaran las horas rápidamente para llegar a casa y enfrascarme en su lectura. Es un libro con sus puntos fuerte y sus puntos débiles, con alguna que otra reiteración, pero con un móvil que te atrapa y que en conjunto la hace una obra muy completa y compacta. La verdad es que le ha quedado redonda. Autores desconocidos como Joel Dicker son los que de alguna manera te empujan a seguir escribiendo y a no tirar la toalla en este hermoso pero difícil proceso de descubrir qué ocurrirá al final de la historia que estás tecleando en el ordenador sobre un documento en blanco.

¿Quién es tu escritor favorito?

Creo que es una impertinencia tanto preguntarlo como responderlo. Ni siquiera creo que haya alguien capaz de saber así sin más qué libro se llevaría a una isla desierta. Pienso que de igual manera que tenemos el corazón dividido entre las distintas personas que forman parte de nuestra vida, con los libros y sus autores ocurre lo mismo. No sería capaz de decidirme por uno sólo, hacerlo sería un insulto. Un insulto para Poe, Lovecraft, Pérez Reverte, Eduardo Mendoza, Zafón, Hammet, Chandler, Dumas... Todos ellos me han enseñado a leer y a escribir, a sentir y a padecer. Elegir uno sólo sería un castigo para el resto. Lo siento, pero no podría.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

Tiene gracia, ya sabía yo que llegaría esta pregunta. No puedo quedarme con una sola historia, pues el corazón y el recuerdo me tientan a mencionar unos cuantos libros y relatos más: desde "El hundimiento de la Casa de Usher", "La verdad sobre el caso del Señor Valdemar", "El escarabajo de oro", "El cuervo" o "Silencio", pasando por "La sombra que cayó sobre Innsmouth", "Dagón", "El color que cayó del cielo", "En las montañas de la locura" o "La declaración de Randolph Carter", hasta llegar a obras igual de universales como "Los tres mosqueteros" o "El conde de Montecristo", "El Club Dumas" o las aventuras de "Alatriste", pasando por clásicos contemporáneos como "Adiós, muñeca" o "El largo adiós", "Cosecha Roja", "La sombra del viento" o "Marina", "El misterio de la cripta embrujada", "El laberinto de las aceitunas" o "La aventura del tocador de señoras". Todo forma parte de mi imaginario personal y ha servido de principal caldo de cultivo para dar forma a mi primer libro, "El Rastro de su Voz".

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

Pues aún no lo tengo muy decidido, la verdad. Creo que todo dependerá un poco de cómo funcione "El Rastro de su Voz", pues al fin y al cabo uno ha de contar con el publico que lee, uno no escribe sólo para sí mismo sino para el resto. El corazón y los planes me incitan a crear un especie de saga, pero no sé como irán desarrollando los acontecimientos, y como todo es cuestión de puro marketing, quizás la estrategia a seguir sea escribir la tercera parte y, si funciona, hacer la segunda (ja,ja,ja).

Punto final. ¿Quieres añadir algo a modo de despedida?

Tan sólo agradeceros el tiempo y el espacio que le habéis dedicado a este primerizo autor aún en pañales, y sinceramente decir también que, a pesar de ello, "El Rastro de su Voz" ha quedado muy completa y muy redonda. Han sido dos años y medio algo arduos no sólo en su concepción sino en aprender a escribir y a ser critico conmigo mismo, a mirar hacia atrás unos meses después y darte cuenta que las trescientas paginas que has escrito no sirven para nada, volver a empezar y continuar creciendo hasta que lo que escribes deja de ser un simple compendio de palabras de marras y empiezas a notar que el veneno de la literatura toma y gana ventaja en la carrera por tu alma. Ha sido un hermoso proceso de autodescubrimiento personal que todo el mundo debería experimentar alguna vez en la vida, sobre todo para conocerse mejor así mismo. De manera que a estas alturas y después de que distintas personas de distintos ámbitos hayan leído el manuscrito original puedo aseguraros que "El Rastro de su Voz" no defraudará a nadie. Espero que la disfrutéis tanto como hice yo al escribirla. Os mando un fuerte abrazo.