¿Cuándo decidiste ser escritor?

Realmente no fue una decisión al uso; no hubo un momento de mi vida en que lo decidiera. Pero sí ocurrieron una serie de acontecimientos en mi existencia que derivaron a la creación poética, a decir o soltar lo que llevaba dentro. Lo digo de la siguienter forma: escribir es sanarte hacia fuera.

Y es a través de esa sanación necesaria la que me impulsó a escribir, paulativamente, pero sobre todo a leer mucho, a la tardía edad de 18 años.

¿Qué tipo de obras son las que más te gusta escribir?

La poesía que amo escribir tiene que ver con lo universal, o con los sentimientos universales de los seres humanos, con las preguntas sin respuesta que tenemos en la cabeza: la muerte, la propia vida, la existencia vital, lo divino o lo humano, el dolor propio y el ajeno. A eso me refiero, y por ello escribo.

¿Cuál ha sido tu última obra?

Mi último libro ha sido el poemario Demiurgo, publicado con Ediciones En Huida el pasado mes de mayo de 2014. Aquí mezclo la poesía en verso y la prosa poética, además de estar ricamente acompañada por las ilustraciones de la joven ilustradora Laura San Román.

El prólogo ha sido escrito por el gran José Infante.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿qué te inspiró?

La idea de Demiurgo me rondaba hace bastantes meses, pero la configuración final fue bastante tardía. Pero tenía claro qué poemas y qué temática quería que tuviese el libro; que las palabras estuvieran escritas como si fuera la primera vez, crearlas yo mismo, vaciarlas del sentido que tenemos de cosas como una ventana o las nubes, y vestirlas desde un punto de vista distinto.

La inspiración de este libro no fue concreta, sino diaria y cotidiana. Las cosas corrientes que me rodean me inspiran igual que las grandes maravillas del mundo.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en su obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

En mi opinión, no se entiende una obra sin la vida de su autor, al menos en una pequeña parte. Tus circunstancias vitales hacen posible tu visión propia del mundo, como Schopenhauer diría: "el mundo es mi representación". Aunque hay que admitir que otro porcentaje de una obra es simplemente eso, literatura y ficción.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Me parecen fundamentales en el proceso de democratización y difusión de la cultura, y de la literatura en concreto. Y eso tiene que ver con los costes, en todos los sentidos y a todos los niveles. Abaratar los costes del proceso de un libro en formato papel hace que alguna de las partes implicadas en el proyecto se resienta, así que convertir una obra en formato digital hace mucho más rentable todo, más rápida la difusión y mejor para el autor puesto que tendría potencialmente más lectores. Pero no sólo se basa en la rentabilidad. Quitar obstáculos significa facilitar a autores menos reconocidos tener la misma oportunidad que un best seller, y eso es democracia editorial. Otra cosa es el éxito en su difusión y calidad literaria, por supuesto.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

Una de las mejores decisiones que tomé fue compartir con mis amigos y amigas mis escritos o poemas a través de Facebook, Twitter o mi blog, para dar a conocer a quienes me rodeaban de lo que hacía. Luego, paulativamente, amplías tu círculo de amistades, y los amigos y amigas no lo son ya, sino que se convierten en conocidos o conocidas, en gente que comparte tus mismos gustos, en compañeros y compañeras de esta locura que es la escritura, y así también vas conociendo gente que lee lo que escribes. No necesariamente gente que compra lo que escribes. No son clientes, son compañeros de viaje.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Pues va a parecer anticuado, pero el último que leí hace pocas semanas fue "La llamada de Cthulhu", de H. P. Lovecraft. Para quien no conozca al genial escritor estadounidense, escribía fundamentalmente relatos de terror, pero de terror cósmico, y de ciencia ficción. Tenía ganas de leerlo.

Este autor se aleja del horror tradicional de fantasmas para incorporar razas alienígenas, viajes en el tiempo, etc). Fundamental en la literatura.

¿Quién es tu escritor favorito?

Elegir un sólo escritor sería injusto: para mía, para los lectores y para los escritores que dejo atrás. También existen diferencias de género: poetas, narradores, etc... Pero amo a Bécquer, a Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Neruda, o en otros idiomas, a Rimbaud, Baudelaire, Whitman, Emily Dickinson, John Keats, Lord Byron.

En otros géneros: Mark Twain, Julio Verne, Poe, Shakespeare.

Pero no puedo dejar de pensar en nuestra época, y leo a grandes compañeros a los que admiro, como Siracusa Bravo Guerrero, Sara Herrera Peralta, Saray Pavón, Martín Lucía, Iván Onia, Berta García Faet, Arturo Sánchez, Luna Miguel, Elena Medel.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

Creo que El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, porque en tan breve espacio, y dulcemente, ahonda en la soledad, en la amistad, en el amor, en el arrepentimiento, en el miedo, en la muerte. Y deja huella profunda.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima obra?

Estoy trabajando en distintos proyectos, pero nada definido, por lo que me reservo la respuesta para más adelante.