Preséntate a nuestros lectores, cuéntanos algo de ti.

Antonio Manuel Infantes es un escritor de 37 años recién cumplidos, de Bollullos par del Condado, una ciudad de la provincia de Huelva, que se embarcó en estudios de Historia y Administración, y al que realmente lo que le gustaría es poder repartir sus horas contando las historias que le gustaría leer y encontrar a esos lectores que disfruten de la narrativa entretenida, sin más pretensiones que el puro disfrute de imaginar esos mundos que dicen que están en este, pero que sólo encontramos en los libros que algunos locos «juntaletras» tenemos en esos cubículos que tenemos por cerebro, deseando dejarlos salir de ahí… para hacer nuevo hueco a otras aventuras.

¿Cuándo decidiste ser escritor?

En verano de 2005, mi mejor amigo me propuso que escribiese un guión para un cortometraje que quería que realizáramos, bajo una idea original suya. Cuando le presenté el desarrollo literario en modo de relato corto, para así sobre la base del mismo trabajar el guión técnico, los storyboards, la escaleta, etcétera, se sorprendió tanto con lo que leyó, que a sabiendas de que yo era un lector empedernido me confesó la confianza que tenía en que fuera capaz de escribir algo más extenso, una novela. Me picó lentamente el gusanillo y a finales de año ya me estaba documentando para mi primera novela. A finales de 2006, cuando terminé el borrador del manuscrito, descubrí que era capaz y que ya no quería dejarlo.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

Bueno, como lector, leo acción y aventura, misterio, policiaca y negra. También histórica y biografías. Intentando escribir lo que me gusta como lector, intento conjugar un poco de todo, pero siempre a sabiendas que la ficción debe sustentarse en esa máxima que es la que siempre defiendo como escritor, y es que una novela debe acogerse a la regla de las tres “E” –Engancha, entretiene y enseña–. Creo que la mezcolanza de todo ello, y de dosis históricas con intriga y suspense, bien enlazadas, son un buen cóctel para que el lector medio consiga tener de esos tres aspectos. Si todo ello lo aderezamos con un poco de amor, misterio y violencia o muerte, nos sale una buena historia que contar. Pero la base son los personajes, que son los que permiten jugar con la ficción y permitirnos las licencias oportunas para que la trama nos conduzca a lo inesperado. Si son oscuros, más juego dan.

¿Cuál ha sido tu último libro?

Acabo de registrar mi segunda novela, que hasta dentro de un año no se comercializará. Mi último libro publicado es, precisamente, mi primera novela, «El trono de Dios (Solium Dei)». También he registrado un poemario con más de ochenta poemas, que también permanecen inéditos.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿Qué te inspiró?

Siempre ando haciendo acopio de documentación histórica. Me gustan especialmente los temas religiosos y políticos, y también la historia de Irlanda. Del cómputo de bastante información recogida y contenida en mis archivos de documentación, y teniendo en cuenta que, en aquel momento, recién había fallecido el Papa Juan Pablo II, se me ocurrió conjugar la sucesión de la sede vacante vaticana con la evolución de grupos paganos y celtas con la lucha de poder geopolítico en torno a la jerarquía católica. A la sazón, estaban proliferando novelas de este tipo, todas a consecuencia del éxito de Dan Brown con «El Código Da Vinci». Ya había leído sobre esos temas, especialmente «Assassini» de Thomas Gifford, bastante anterior al libro de Dan Brown. Cuando construí el esqueleto de la historia que estaba imaginando, me llevó al primer borrador de «El trono de Dios». Cuando firmé con mi agente, Ángela Reynolds, sus consejos transformaron y modelaron para bien la reescritura. Lo que había pensado como una novela histórica, terminó convirtiéndose en un thriller.

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

Me gustan todos y, como es lógico, el protagonista y antagonista de «El trono de Dios», ya que desde el primer momento quise darles el mismo nivel de importancia a ambos. Pero en la novela cabe, incluso, una pizca ácida, de humor. Es por ello que quise incluir un personaje con el que dentro del misterio, los asesinatos y la intriga, el lector pudiera sonreír de vez en cuando. Introduje la figura de Fabio Facchetti, superintendente del Servicio Vaticano de Seguridad, con esa finalidad. A las órdenes de la guapa inspectora, Valeria Boninsegna, nadie podrá entender lo desaliñado del personaje de Facchetti y ciertos momentos de tensión a los que someterá al bueno del padre O´Connor a su llegada a Roma, eso sí, siempre en clave de humor.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en sus obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

Pues esa imaginación que echa a volar cuando leo a otros autores o, simplemente, veo películas que suelen alimentar nuevas ideas. Por supuesto, parte de lo que escribimos es una reminiscencia de lo que vivimos, pensamos, creemos, sentimos, o que nos gustaría vivir. Hay cosas que sólo podemos hacer en sueños… o bajo la piel de personajes llevados a la ficción. Reconozco que tengo espíritu aventurero y me encantan los viajes. Por supuesto, hay características propias que dejamos repartidas en algunos personajes. Pero decir cuáles son… creo que mejor lo dejamos a la intuición del lector (el autor sonríe).

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Es un formato que hasta hace poco no he usado. El hecho de que «El trono de Dios» haya visto la luz al potencial público en digital (se espera para otoño su salida en edición tradicional) como autor, hace que, de momento se haga visible y pueda hacerse su hueco entre otros libros que ya alimentan los deseos de lectura de miles de personas. También es una oportunidad para muchos autores que, de otra forma, no encuentran horizonte para encontrar esos lectores que necesitan, a falta de una oportunidad con una editorial tradicional de las de siempre, que no suponga co-edición o auto-edición. Es una vía que, con un poco de suerte, y confiando en el talento del escritor, puede llevarte a un público mayor y a hacerte un pequeño hueco en los círculos literarios. Yo creía que era una utopía, pero a día de hoy, que «El trono de Dios» se haya posicionado como Bestseller en el nº 1 de los más vendidos de Amazon (en el momento actual de esta entrevista), a mí me ha supuesto un espaldarazo como autor. Profesionalmente, aún no puedo asegurar que algún día viva de ello, pero pensar en que esto se podía dar era algo que ni imaginaba. Ahora que se ha hecho realidad, y con los pies en el suelo, sólo espero seguir dando esos pequeños pero firmes pasos para que la novela crezca. El próximo peldaño es la salida en papel, y ya mi agente trabaja en ello.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?, Danos tus direcciones

Por supuesto. Antes no estaba en ninguna. A raíz de la publicación digital de la novela, para promocionarla y mostrar mi cercanía con los lectores, algo que creo imprescindible, se ha convertido en algo innegociable. A día de hoy tengo seguidores en México D.F., Caracas, Buenos Aires, Chile, Alemania, Inglaterra, Italia, etcétera y por supuesto en España. Es de agradecer la atención que me prestan, como siguen todo lo referente a mi faceta como escritor y difunden todos los contenidos. También lo hago a través de las redes y por privado con otros colegas escritores, que en los primeros meses me han ayudado muchísimo a entender cómo debe de ser el día a día de un escritor y cómo ser agradecido con quienes te dedican sus atenciones. Cada vez es más difícil atender a todos, porque cada vez son más y el tiempo se comprime, pero mientras me sea posible intentaré estar cerca de ellos lo posible. Además, no somos nadie, y menos sin ellos.
Tengo página oficial como escritor en Facebook https://www.facebook.com/pages/Antonio-Manuel-Infantes-Russell-Swayzak/669206849773327 y también cuenta oficial en Twitter Antonio M. Infantes @AM_Infantes . Además en mi canal de YouTube se pueden ver las entrevistas en televisión y encontrar los enlaces para mis perfiles en las redes y a la editorial, donde está visible mi perfil como autor. Basta con teclear en Google mi nombre para encontrar otras entrevistas y más material gráfico en la red y, por supuesto, imágenes.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Me he leído dos libros, a la vez. Una novela de un paisano, antiguo profesor de Literatura en mi etapa en el instituto; «La justa rebeldía de Samuel Mellizo», de Laureano Jiménez, que es un poeta premiado a nivel estatal; además de «La mente criminal» de Vicente Garrido. Vuelvo a tener casi treinta libros a la espera de ser leídos, y en preferencia de lectura unos cuatro; «1Q84», de Haruki Murakami; «Ha vuelto», de Timur Vermes; «Un saco de canicas», de Joseph Joffo; y «El laberinto de Osiris», del recientemente fallecido Paul Sussman.

¿Quién es tu escritor favorito?

Siempre he sentido admiración por las novelas de espionaje de Robert Ludlum, quien falleció antes de ver llevada a la gran pantalla la saga de Jason Bourne. Ahora es Eric Van Lustbader el que las continúa. Pero las tres primeras entregas de Bourne y «El protocolo Sigma» son, dentro de su género, mis favoritas. Como escritores españoles me gusta leer a Juan Eslava-Galán, Matilde Asensi y Javier Sierra.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

No podría escoger sólo dos. La pregunta es clara, pero espero me permitas la licencia. Siempre diré que la novela que me llevó a no cansarme de leer sobre aventuras y al vicio de la lectura es, sin duda, «El Conde de Montecristo», de Alejandro Dumas. Pero, por la temática, de lo que trata, y porque me descubrió una Norteamérica que no es la que estamos acostumbrados a ver en la gran pantalla, etcétera, no quiero dejar de darle similar importancia a un premio Pulitzer, «Las uvas de la ira», de John Steinbeck, porque es pura narrativa de lo social y bastante reveladora, desde mi punto de vista, por supuesto.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

Que ya está escrita y desde hace pocos días registrada y en depósito en la Propiedad Intelectual. Que no tiene nada que ver con la primera, porque mi propósito, mientras pueda, es probar distintos géneros. Y que creo que no dejará a nadie indiferente. Haremos un recorrido de la España de la Segunda República española, la guerra civil, el franquismo, la represión y el exilio, pasando por la Segunda Guerra Mundial y los campos de exterminio, hasta el año 1977 donde, por fin, nos encontraremos con la transición. Que tendremos ficción, pero hilvanada a conciencia con la historia, ya que de los cuatro años de trabajo que se ha llevado, tres son de documentación, investigación y mucha lectura sobre el tema. Y por supuesto, que es una apuesta fuerte, para que esta andadura literaria se vea reforzada. En principio, y debido a los tiempos editoriales, habrá que esperar hasta el segundo semestre de 2015. Pero, como la narrativa y cualquier buena novela, los tiempos pueden volverse impredecibles. Quién sabe.