¿Cuándo decidiste ser escritor?

Creo que nunca lo he decidido. De niño me gustaba embadurnar las hojas de un cuaderno con dibujos, poemas y relatos que terminaron en la basura. En mayo de 2011 se publicó un poema mío en un concurso nacional. A raíz de eso, comienzo a participar en diversos concursos y certámenes literarios, donde tengo la suerte que me seleccionan para algunos libros. En realidad no me considero escritor. Para mí eso sería una carga de más en el día a día. Me gusta esa cualidad del ser humano que consiste en la generosidad de querer compartir ideas, pensamientos, historias e inquietudes con los demás. Supongo que eso es lo que me empuja o atrapa, en este fascinante mundo de las letras.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

Suelo escribir poesía. Tengo cierta facilidad porque me encuentro muy cómodo con ella. Normalmente, prefiero inventar historias y personajes que no tengan nada que ver con mi entorno. Suelo leer detenidamente las diferentes bases de los concursos y entonces, ponerme manos a la obra. Últimamente me decanto más por los relatos breves porque son la mayoría de los certámenes en que participo. Terminar una novela suele llevar mucha dedicación y ese compromiso requiere quitarme tiempo a otras cosas.

¿Cuál ha sido tu último libro?

El último libro editado, se titula: Rota para un descosido. Creo que a finales de este año (probablemente) saldrá uno de relatos. De todas formas, los últimos libros escritos son: un poemario que envié a un concurso y una novela sin editar.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿qué te inspiró?

El último libro se lo dedico a un sobrino. "Rota para un descosido", descubre diferentes paisajes, sentimientos e historias de personajes inspirados en el continente africano. Origen de civilizaciones, de linajes y leyendas reencontradas con ciertos vestigios del ayer, como el bastón de Ishango. En el libro, se identifica la dureza de unas situaciones refutadas ante esa obvia desigualdad social, tan eminente; como son los campos de refugiados, el trabajo esclavizador para la obtención de alfombras o el coltán. Se hace hincapié en protagonistas jóvenes reales y ficticios. Tales como: Thabo, el niño que canta sobre su mundo o la niña de Akan que prepara gachas para su familia (famoso cuadro del pintor Kofi Antubam) y demás hechos que te enganchan fácilmente o despiertan la curiosidad del lector.

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

Eso es cómo preguntar a un padre a qué hijo prefiere. A todos los personajes, se les toma cariño. Sería imposible decidirse.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en su obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

No es mi caso. Para inspirarme en los personajes suelo observar otras conductas y documentarme. Intento ser imparcial y darles unas cualidades que muchas veces, yo no tengo ni me encuentro.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

En estos tiempos, fundamental. Es el presente y seguramente, aunque alguno le pese, el futuro inmediato. Tanto para escritores como para lectores (a veces somos ambos); terminará siendo el medio; aunque creo que no el definitivo. Sirva de ejemplo la evolución en la música desde los vinilos. La tendencia y los avances tecnológicos marcan las pautas y uno no puede imaginar hasta donde se puede llegar.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

Lo intento. Por lo menos con los que sé o dicen que leen tus obras.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Metafóricamente hablando, suelo leer todo lo que me cae entre las manos. La última semana leí La paciencia de Sísifo de Jesús Aparicio González y un libro que ganó el certamen Leonor del pasado año y que se editó recientemente titulado: Cuerpo, casa partida.

¿Quién es tu escritor favorito?

Difícil, pero en narrativa o novela me quedo con Gabo y en poesía con el genial Juan Ramón Jiménez.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

Cien años de soledad.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

Está a mitad y tal vez termine inédita como otras. Intento exigirme para evitar "palos" y hablando así; se desarrolla en una familia de clase media que con el revés del destino, empiezan a conocer una situación económica crítica, y hasta aquí voy a leer...

Punto final. ¿Quieres añadir algo a modo de despedida?

Agradeceros la oportunidad, y desear a todos suerte en sus empeños. Para que tengan la posibilidad de hacer realidad, sus mejores sueños.