¿Cuándo decidiste ser escritor?

Comencé a escribir en la adolescencia, aunque no tuve la determinación de que éste fuera mi Leitmotiv hasta entrada la edad adulta, cuando mi hijo ya tenía ocho o nueve años y comencé a escribir para él. De ahí que mi primera novela fuera una fantasía épica de capa y espada.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

Me gusta mucho el relato breve y a menudo me expreso por este medio, pero en novela he probado con la fantasía y la novela negra y me quedo con esta última. De cualquier modo, soy un autor evolutivo y me gusta descubrir cosas nuevas. De momento nadie me ha obligado a seguir una línea, aunque es posible que algún día me toque encasillar mi estilo. A los lectores, cuando conocen a un autor, no les gustan las sorpresas.

¿Cuál ha sido tu último libro?

Mi último ha sido la novela "El abrazo de la luna cenicienta", publicada por la Editorial Atlantis en el pasado mes de diciembre. Una novela breve que podría encajar en el género negro y en la que utilizo exhaustivamente la técnica del feedback caótico para que la protagonista realice en primera persona un relato autobiográfico redentor.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿qué te inspiró?

En realidad en mi último trabajo se novelan unos hechos vergonzosos y oscuros de la historia de este país que permanecen injustamente impunes. Me empujó a escribir sobre este tema el que, a través de algunas noticias sueltas, tuviera conocimiento de él y comenzara ha hablar de ello con parientes y amigos ante la sorpresa de que casi todo el mundo conocía casos que habían sucedido a su alrededor pero que habían permanecido ocultos por la reciente historia patria. En principio quise dar al relato de estos hechos forma de artículos periodísticos, pero pronto me di cuenta de que la prensa no se iba a interesar en dar luz a unas historias que no gustaban al poder, así que me decanté por novelar un suceso concreto inventado por mí en relación con este asunto. No voy a desvelar el tema en estas líneas porque este es un descubrimiento que reservo al lector.

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

Indudablemente a doña Úrsula, la protagonista de "El abrazo de la luna cenicienta" por el agotador trabajo de caracterización que me ha supuesto. En principio había escogido un narrador omniscente de la historia, pero pronto me di cuenta de que me iba a resultar imposible hablar de doña Úrsula sin meterme en su piel y pasé a hacerla narradora en primer plano de su propia historia. Doña Úrsula es un personaje demasiado complejo para que yo pudiera entenderlo y hacerlo entender si no me expresaba completamente a través de ella. Un personaje de un carácter extraordinariamente ácido que tenía que ser atractivo, que tenía que conseguir la empatía del lector. Me costó sangre, sudor y lágrimas, esto último de forma literal. Me quedo con doña Úrsula sin titubeos.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en su obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

Uno de los conceptos básicos de los manuales de escritura es que el autor no debe pronunciarse él mismo a través de sus personajes. Yo soy un poco rebelde y me gusta destrozar los conceptos, por lo que procuro dejar una buena parte de mi en mis trabajos. Escribo mejor si plasmo lo que pienso, lo que siento, lo que anhelo, que es en cada momento distinto porque la vida te va marcando y transformando. En "El abrazo de la luna cenicienta" ha quedado buena parte de mi pensamiento social que puede cambiar, por ejemplo, si algún día me hago rico.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Bueno, yo soy informático y creo profundamente en la tecnología aunque me asuste pensar en la dependencia a la que nos está sometiendo. No quiero ni imaginarme si las condiciones sociales y económicas nos llevan un día a no poder mantener el sistema y sufrimos una involución tecnológica. Sería algo así como la decadencia del Imperio Romano. Volviendo a la lectura en soporte digital, creo que si se impone el pragmatismo acabaremos todos leyendo sobre ebooks, sin embargo el ejercicio de la lectura está envuelto en una serie de valores que el soporte digital nunca podrá sustituir. El futuro depende de que esos valores se conserven o no.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

Utilizo las redes sociales para muchas cosas, entre ellas para comunicarme con mis lectores. Soy un producto de este tiempo y no puedo ni quiero evitarlo. Además, una buena explotación de los recursos actuales tiene muchas ventajas como salvar las distancias y ahorrar mucho tiempo.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Uno de Cabrera Infante: La habana para un infante difunto. Muy bueno aunque la obsesión monotemática del despertar del amor y del deseo se me acabó haciendo un poco pesada. Me ocurre lo mismo con Chejov: leer un par de sus relatos está muy bien. Los admiras como magistrales, pero cuando llevas media docena acabas saturado de su obsesión misógina y se te cae el personaje a los pies. Lo siento por sus incondicionales, pero no lo soporto a pesar de reconocer su valía.

¿Quién es tu escritor favorito?

Por más que he leído no he encontrado autores que superen a Cervantes ni a Shakespeare, aunque en gustos no soy un clásico. Me gusta explorar cosas nuevas, actuales, y ahora mismo me intereso por Juan Goytisolo, aunque tiene épocas distintas que se podrían evaluar por separado. Hoy votaré por él, aunque mañana podría votar por otro porque hay una infinidad de autores dignos de idolatría.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

El Quijote. Aunque no sea el que más me gusta, se diferenciar entre mis gustos y la realidad de la calidad literaria.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

Que girará entorno al concepto de la suerte. De cómo dos personas sometidas a las mismas circunstancias pueden acabar de forma radicalmente distinta por una pura cuestión de azar.

Punto final. ¿Quieres añadir algo a modo de despedida?

Que me ha encantado esta entrevista