¿Cuándo decidiste ser escritora?

No tengo conciencia de haber decidido ser escritora. Esto es algo que no se elige, son las historias las que eligen por quién quieren ser contadas. De hecho, mis orígenes como narradora se remontan a mi infancia cuando en los recreos del colegio, cuando el mal tiempo nos impedía disfrutar de juegos en el patio, distraía a mis compañeras con historias inventadas en el momento y que ellas me pedían que les contase.
Lo que sí recuerdo con perfecta claridad es la imperiosa necesidad que se apoderó de mí de fijar por escrito la historia que bullía en mi interior a partir de la lectura de una breve biografía sobre Leonardo Da Vinci y que tantas incógnitas me planteó y encontrarme con una reproducción de su autorretrato un año antes de morir. Allí nació la necesidad de narrar y de transmitir la historia a los demás.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

No tengo preferencia por ningún estilo; el estilo lo marca la propia historia. Hasta ahora mis dos novelas son de corte histórico, la primera, El secreto de monna Lisa, más marcado porque los protagonistas son personajes históricos; y la segunda, La reina del azúcar, aun cuando los protagonistas son ficticios sí que se mueven en un ambiente impregnado de historia, las guerras del Rif de principios de siglo XX. Pero si son históricas es porque las historias que cuentan así lo requieren. De hecho, la novela en la que estoy trabajando actualmente no lo es. Pero tengo otras pendientes, algunas sí tendrían un sesgo histórico y otras no, más bien erótico, e incluso una de ellas, de humor.
Lo que me gusta es contar historias y hacer soñar al lector, lo que se cuente marcará el género y el estilo de la novela.

¿Cuál ha sido tu último libro?

La reina del azúcar, una historia que protagoniza una mujer de principios de siglo XX, Inés Belmonte, que le tocará vivir de forma sorpresiva en la ciudad de Melilla las guerras del Rif y que se convertirá en un ejemplo de superación, capaz de crear un imperio industrial a partir de la nada. De la mano de Inés Belmonte, el lector podrá conocer y descubrir una época y episodios desconocidos para la mayoría y una ciudad, Melilla, de deslumbrante belleza que le hechizará, como a la Belmonte.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿qué te inspiró?

A partir de las historias que oí contar a mis mayores y parientes sobre hechos ocurridos en Melilla y, sobre todo, el deseo de dar a conocer el verdadero rostro de Melilla, mi ciudad natal, ya que en la Península existe un gran desconocimiento sobre cómo es y se barajan ideas muy distorsionadas, cuando no rocambolescas. Muy pocos saben que es la segunda ciudad en el mundo con más edificios modernistas, tras Barcelona, que es la primera. Tampoco conocen la existencia de una Melilla subterránea y laberíntica, llena de caminos secretos. En la novela, el lector va a descubrir una época, una ciudad y un mundo cosmopolita y exótico; pero, sobre todo, la gran personalidad de la protagonista que todo un símbolo del espíritu emprendedor y tenaz de los melillenses de todas las épocas.

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

Es muy difícil decidirse por uno de ellos, es como preguntarte a qué hijo quieres más. No sé, si tuviera que elegir me debatiría entre Leonardo, Lisa Gherardini, Inés Belmonte, Dorita la Criolla, Humbert Beaumont,... ¡Muy complicado!

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en su obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

Es evidente que todos los personajes nacen del autor; pero no necesariamente de la persona del autor. Algunos personajes tienen partes de nosotros mismos, exageradas, distorsionadas, idealizadas,... Pero también es cierto que tienen rasgos que hemos vivido en otras personas, también idealizados, exagerados o distorsionados.
En las obras se refleja la vida, bien por lo vivido personal y directamente o bien a través de otros.
De lo que pueda haber de mí, eso es parte del juego entre el autor y el lector. Les invito a "detectar" qué hay de mí en mis obras. Sería interesante conocer sus opiniones a través de Facebook.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Cumplen una función práctica y todo lo que ayude, facilite e impulse la lectura bienvenido sea. Sin embargo, estoy plenamente convencida de que nunca desbancarán al papel, sino que coexistirán tal y como la televisión y el cine. Son medios diferentes para situaciones diferentes.
El ebook es más práctico para almacenar lecturas, pero depende de una fuente de energía y nunca podrá ofrecer la experiencia sensual y mágica del libro de papel. Todo un placer.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

Sí, especialmente a través de mi Facebook profesional, Dolores García Ruiz. Es muy gratificante conocer la opinión de los lectores e intercambiar comentarios y atenderles directamente.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Todo queda en casa, de Alice Monro, la última escritora premiada con el Nobel. Es una recopilación de sus relatos.

¿Quién es tu escritor favorito?

No tengo un escritor favorito, sino escritores que admiro. Entre ellos, Antonio Muñoz Molina, Leopoldo Alas "Clarín", Luis Martín Santos, Javier Marías, Nabokov, Isabel Allende,José Luis Sampedro,.. ¡Hay tantos de quienes aprender a escribir bien!

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

Complicado. Quizás "La Regenta", por lo completa que es.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

¡Que puede que no sea la próxima que vea la luz! A lo mejor decido publicar otra que tengo en espera.
En cualquier caso, la novela sobre la que estoy escribiendo actualmente trata sobre una mujer que rompe con su presente saltándose las normas establecidas y las consecuencias que le trae en su entorno. En definitiva, la lucha por la libertad de ser uno mismo y el miedo que inspira a los demás la libertad ajena.

Punto final. ¿Quieres añadir algo a modo de despedida?

Que es un placer poder dirigirme a vuestros lectores con motivo del lanzamiento de mi segunda novela, La reina del azúcar, con la que espero poder transportarles en el tiempo y en el espacio y vivan una historia vibrante e inolvidable de la mano de Inés Belmonte, la reina del azúcar.