¿Cuándo decidiste ser escritor?

No creo que uno decida ser escritor, al menos no en mi caso. Llevo escribiendo desde los doce años, cuando descubrí que la realidad que me rodeaba no era suficiente. Desde entonces una cantidad indescriptible de mundos, situaciones y personajes se han cincelado en mi mente. No, nunca tomé la decisión de convertirme en escritor. Digamos que nací para construir realidades, y el medio predilecto de mi esencia son las letras.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

Diría que me gusta jugar con la realidad, desde reducirla a su expresión más distópica, hasta trastocarla por completo. Y con realidad no solo me refiero al plano terrenal, para mí el universo interior de los personajes posee tanto o más valor que el contexto global en el que se desenvuelven. Es por esto que la ciencia ficción me apasiona, pero al mismo tiempo la fantasía épica me resulta de lo más seductora.

¿Cuál ha sido tu último libro?

Mi última novela, y la primera espero de muchas, es Death, una narración en la que aglutino una carga emocional tremenda, con grandes dosis de reflexión y una emocionante estructura narrativa repleta de acción.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿qué te inspiró?

Bueno, el origen de Death es tan diáfano como luctuoso. Debo remontarme al verano de 2011, fecha en la que mi querida madre falleció luego de una larga e insuperable enfermedad. Aquel golpe resultó tan terrible, que mi mundo se fracturó en millones de pedazos. Fueron aquellos terribles sentimientos los que forjaron Death, primero como una idea dispersa, después, no sin esfuerzo, como una trepidante narración fantástica que aspira a ser el inicio de una saga que logre atrapar a la gente con su atípica mezcla de reflexión y acción.

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

Daniel, protagonista de Death, tiene un nexo conmigo evidente. Su construcción psicológica es la de mi yo de las fechas postmuerte de mi madre. Mas a medida que progresan sus desventuras, experimenté cómo se iba distanciando hasta convertirse en un absoluto desconocido. Tomás, su mentor, es un personaje al que le tengo mucho cariño, pero del que no contaré demasiado para que el lector pueda descubrirlo a lo largo del libro.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en su obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

No pienso ocultarlo, y el que trate de hacerlo solo busca engañar al lector. Todo lo que uno escribe, más verosímil o menos, tiene su base en la realidad. Es cierto, a veces no somos conscientes de lo que proyectamos en nuestras obras, pero crear arte no es más que la expresión física del sentir del artista. En ocasiones empleamos elementos más evidentes para reflejar este universo interior, como puede ser el caso de Daniel en Death, pero todo arte que pretenda expresar tiene base de forma directa o indirecta en las vivencias del creador.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Prácticos, quizás carentes de la indudable belleza que posee un libro físico, pero acorde a lo que son los tiempos que corren. Opino que las nuevas tecnologías son necesarias, renegar de ellas supone librar una guerra absurda y abocada a la derrota, pero no podemos permitir que supriman lo anterior. Considero que los soportes digitales pueden cohabitar con los medios convencionales, sin perder la indudable magia del libro clásico.

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?

Es importante que el lector sienta que el autor no es un ser inaccesible, ya que en el momento en el que un escritor publica su obra, y la pone a disposición del público, se crea un nexo que creo que hay que intentar proteger. En mi caso particular, estoy disponible para cualquiera que haya invertido tiempo de su existencia en introducirse en los mundos que planteo. Lo contrario me parecería de una mezquindad bochornosa.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

Suelo realizar varias lecturas simultáneas. Señalaré las dos últimas que he finalizado en un lapso de tiempo no demasiado amplio. San Manuel Bueno Mártir, de Miguel de Unamuno. El arte de amar, de Erich Fromm. La primera es una narración, como todas las de Unamuno, de una profundidad filosófica aplastante. Lo considero un referente, y el mayor genio que ha dado nuestro país. El segundo, un manual de psicología que trata las diferentes formas de amor que entiende el ser humano.

¿Quién es tu escritor favorito?

Cuestión de difícil respuesta. Hay muchos que me han influido: Jack London, Jane Austen, JK Rowling, Unamuno, George Orwell... Pero por encima de todos ellos debo mencionar al que desde mi prisma, es el mejor novelista de la historia de la literatura, Fiódor Mijáilovich Dostoyevski. Con él aprendí que es importante reflejar el universo interno de los personajes para que el lector se vea implicado en la narración. Un genio, sin más.

Si pudieras escoger sólo un libro ¿Cuál escogerías?

Crimen y castigo, de Fiódor Mijáilovich Dostoyevski. Esta novela marcó mi vida y mi forma de entender la literatura.

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

Estoy trabajando en varios proyectos. Por un lado, tengo la segunda parte de Death en proceso de elaboración. Quizás más a corto plazo estoy trabajando en un proyecto de una novela contextualizada en la Madrid actual, en la que trato de reflejar al ser humano en su faz más despreciable, pero no puedo concretar cuándo verá la luz.

Punto final. ¿Quieres añadir algo a modo de despedida?

Solo decir que me siento muy agradecido por tener la oportunidad de trasladar mis enajenaciones al mundo. Espero que aquellos que se atrevan a introducirse en mis narraciones hallen esa vía de escape a esta realidad tan limitada. Descubrir, reflexionar, soñar. Eso es lo que quiero daros. Un cordial saludo.