Preséntate a nuestros lectores, cuéntanos algo de ti

Comencé en el mundo de las letras como poeta y obtuve algunos premios en este género literario, el primero a la edad de 18 años. En la Facultad, terminé algunos poemarios que fueron publicados en la revista Estafeta Literaria, junto a algunos relatos. Pero, por azares de la vida, mi espíritu inquieto me llevó a abandonar la universidad y dejar de lado los estudios de Filología Hispánica. Siempre he trabajado en el sector de las ventas, concretamente en la industria automovilística. Poseo un Máster en Marketing. Me gusta el deporte y soy un gran aficionado del ajedrez.

¿Cuándo decidiste ser escritor?

Pues yo creo que eso no se decide. No sabría decir exactamente si en tal día y a tal hora decidí hacerlo. Empiezas a escribir, desde muy joven, y, sin darte cuenta te encuentras un libro tuyo en las librerías. Hay que tener predisposición para ser escritor, pero la realidad es que uno aprende a escribir con el tiempo.

¿Qué tipo de novelas son las que más te gusta escribir?

Thriller y novela negra, por supuesto. Me siento como pez en el agua en ese tipo de encrucijada narrativa. Me gustan los misterios y los desafíos, la intriga, y por qué no, también el terror.

¿Cuál ha sido tu último libro?

En la otra vida. Un thriller con grandes dosis de novela negra.

¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir tu último libro? ¿Qué te inspiró?

Siempre me llamó la atención los fenómenos paranormales, concretamente las ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte). Lo que me inspiró fue la pérdida de un ser querido. Tenía una idea rondando en mi cabeza y visualicé un “final” que se materializó en las páginas finales de mi novela. Mi “manía” de escritor es la de no comenzar una obra hasta no saber exactamente su final.

¿Qué personaje de tus novelas es al que le tiene más cariño? ¿Por qué?

¡Uf!.. Yo creo que le tengo cariño a todos, como “hijos” míos que son. Pero, le tengo un especial cariño a un personaje peculiar, El Alambre, un truhán simpático que se ha ganado el cariño de los lectores; y a Gabriela, una misteriosa mujer que representa la magia, la esperanza y el mensaje sublimado de la novela. Yo disfruto creando Literatura, y con El Alambre me divertí de lo lindo. Con Gabriela conseguí crear a un personaje que fuese capaz de interactuar durante toda la novela, aún en las veces que no “salía”.

Algunos creen que la vida de los escritores se reflejan en sus obras ¿qué parte de ti se ha quedado en la novela?

Pretendiendo o sin querer hacerlo, un escritor deja algo de sí mismo en su obra. Hace poco, escribí una cita en una de las redes de internet:
"Creo a los personajes de mis novelas de igual manera que ellos me crearon a mí un día". Incluso a veces, el “alter ego” del escritor anda pululando por entre las páginas de su obra. Aunque, según lo que se cuente y lo que se pretenda transmitir, no siempre es así. En mi última novela, se ha quedado mucho de mí, prácticamente mi vida entera, mis anhelos, mis miedos y esperanzas.

¿Qué opinas de los soportes digitales para la lectura?

Bueno, aunque soy de la vieja usanza y me gusta el tacto de los libros y ese aroma seductor que deprenden sus hojas, debo reconocer que las últimas tecnologías ayudan a la promoción de la lectura, y, por consiguiente, se ganan lectores. La otra cara de la moneda es la piratería…

¿Te relacionas con tus lectores a través de las redes sociales?, ¿Cuáles?

Por supuesto. El lector siempre agradece que el autor esté “visible” para poder cambiar impresiones. Considero esto de vital importancia. Me suelo relacionar a través de Face book; Twitter  y otras páginas.

¿Cuál ha sido el último libro que has leído?

El psicoanalista, de John Katzenbach

¿Quién es tu escritor favorito?

Pues son muchos. Me gusta Zafón, Reverte, Ken Follet, Félix J. Palma, S. King, T. Wolf, Henry James… incluso el mismo Poe, sin olvidarnos de Galdós.

Si pudiera escoger sólo un libro ¿Cuál escogería?

La sombra del viento

¿Qué nos puedes contar sobre tu próxima novela?

Ya tengo casi, casi, los bocetos y, lo más importante, sé el “final”. Comienza  la historia en Madrid, en los años cincuenta, y se traslada a Málaga, mi ciudad. Es un thriller con tintes policiacos. Un político corrupto del régimen franquista encarga a un detective privado que averigüe la identidad de quien sospecha, mantiene una relación con su amante. Las cosas se complican cuando el detective descubre que se trata del hijo del político. En un acto de defensa propia, acaba con él. A partir de ahí, tendrá que huir de quien le encomendó el trabajo. Comienza la pesadilla…