En esta primera entrega seriada de El compás de bitácora a la que he dado en titular La Trémula Belleza late el espíritu de aquella beauté convulsive vaticinada por André Breton como única posible: la belleza moderna será convulsa o no será. Parte de un recorrido vital en busca de esa sagrada y parpadeante belleza factible, por entre los inciertos avatares de la eterna duda existencial, en este nuestro breve pero intenso paseo por el amor y la muerte.

Consta de una selección de artículos publicados en mi blog en estos dos últimos años que, leídos en su conjunto, espero encuentren ese extraño (por no buscado) equilibrio interior. Como si cada post, si no cada frase o incluso cada fonema, formaran parte de un todo. El último artículo Disonancia, escrito surcando la ola de la pandemia, marca ese punto de inflexión desde el cual vamos a tener que replantearnos nuestra visión del mundo, si no la de nosotros mismos, sumidos en ese temblor palpitante desde donde seguir contemplando la trémula belleza…