Leer un libro como éste puede transformar la vida de cualquiera. Lo curioso es que cambia tanto, que se parece a la de cada uno de nosotros. Siempre se vive mal, se sufre, se disfruta, se cae, se levanta. Pero siempre, siempre es diferente.
Cuando se llega a conocer a alguien tan profundamente es cuando nos damos cuenta, por lo menos yo, de lo delicioso que es crecer. Pero es más rico recordar cada momento crucial de ese crecimiento. Tener bien presente cada punto que une una línea interminable que es la vida de una persona es una capacidad que no muchos han desarrollado.
Yo no sabía qué encontrar en este libro, pero cuando me di cuenta que lo había terminado de leer, un suspiro recorrió mi cuerpo. Sentí cómo subía y se iba haciendo más y más fuerte. Fue una liberación y un sentimiento de tranquilidad de esos que se sienten pocas veces en la vida. De esos que son capaces de cambiar el color de las cosas y el sentido de las ideas. De esos que rompen paradigmas.
Vivir no es sencillo,