Al cabo de años de conducta prudente, la vida de Albert Schmidt -abogado de la vieja escuela, caballero altivo y tradicional- se derrumba hecha escombros sobre él. La esposa que adoraba acaba de morir. Los clientes a quienes ha servido con éxito y devoción a lo largo de su prolongada carrera, se ponen en las manos firmes de jóvenes recién llegados, mientras Schmidt cae en prematuro retiro. Y las relaciones con su única hija van de mal en peor. Charlotte, que una vez fuera objeto de todas las esperanzas de su padre y única beneficiaria de cuanto él pudiera proporcionarle, se ha convertido en una yupi banal, sólo empeñada en aplicar su brillante educación en un trabajo de relaciones públicas. Los distancia una lucha a la desesperada: Charlotte anuncia su intención de casarse con un hombre inaceptable para Schmidt, por razones que apenas puede admitir... ni siquiera ante sí mismo. Mientras el atribulado padre da palos de ciego para salir del arrinconamiento donde siempre se ha respaldado, encuentra la posibilidad de la regeneración y hasta de la felicidad en un nuevo amor que, el antiguo Schmidtie, no habría podido imaginar.