Pepa Pérez es secretaria en una empresa de recambios para electrodomésticos y soporta con resignación los desplantes de su jefe. No tiene una vida social chispeante, no conoce los locales de moda, ni sabe distinguir un gintónic bien mezclado de uno malo. Pero a ella nada de eso le quita el sueño. Tiene dos amigos, Inés y Jacobo, con los que cena todos los martes y sábados del año. Los días transcurren sin altibajos, apilándose uno encima de otro, como una gran montaña gris. Pero Pepa tiene un secreto que nadie en el mundo conoce. Sabe volar. Bueno, siendo estrictos, no sabe. Digamos, simplemente, que a veces Pepa vuela, levita un palmo por encima del suelo y ya está. Y un día de vuelo siente un flechazo. Y tan absorta se queda mirando al hombre de su vida que se le olvida volar.