A mi abuela la casaron dos días antes de su décimo cumpleaños. Mi madre encontró marido a los veinte años, de manera que calculé que yo debería casarme a los treinta... Así empieza esta sabrosa autobiografía de Kavita Daswani, una mujer india que hoy vive en Nueva York, calza zapatos de Prada y recurre al psicoanalista para aliviar el estrés diario, pero que, a la hora de buscar marido, pensó que lo mejor sería volver a Bombay y aferrarse a la tradición de su país, una tierra donde enamorarse y casarse son dos verbos que no necesariamente andan juntos. Apenas puestos los pies en Bombay y con treinta y tres años recién cumplidos, Kavita se vio rodeada de un enjambre de tías, sobrinas y demás mujeres de la familia, todas dispuestas a buscar el marido ideal que por fin la rescatara de su incómoda soltería. Desde los anuncios por palabras en los periódicos importantes de la ciudad hasta las sabias recomendaciones de los adivinos y casamenteros más reputados del lugar: todo se intentó, y los pretendientes no tardaron en desfilar... Reales como la vida misma y tan divertidas como la famosa película La boda del monzón, estas memorias nos hablan del desencuentro de dos culturas que aquí acaban reconciliándose con una sonrisa en los labios.