...estamos mucho más cerca de lo que creemos de la gente que vemos al azar un determinado día, (...) en este mundo todos nos hacemos un hueco y (...) por mucho que uno pueda pensar que el mundo es muy grande, raramente se atreve a alejarse de ese hueco.

1984, Beverly Rabinowitz, que huyó de Europa junto a su madre durante la Segunda Guerra Mundial, pasa sus vacaciones en Florida en compañía de su novio, enfermo de cáncer, y el hijo de éste. Tiene la sensación de que su padre, que quedó en Lituania, sobrevivió a los nazis. Beverly simpatiza con el guía turístico, Tim, de origen alemán, guitarra de un grupo de rock, quien va acompañar a Utah a la cantante de la banda, Dee, a ver a su hermano, en estado de coma tras sufrir un accidente de moto en Israel. En el avión, comparten asiento con una misteriosa mujer, una antigua activista de los años sesenta a quien sigue los pasos el FBI...

¿Qué tienen en común todos ellos al margen de sus encuentros casuales? En un principio nada, al final... En el curso de esta fascinante e ingeniosa novela de intriga, capítulo a capítulo Frederick Reiken va dando voz a un conjunto de personajes variopintos y a sus diferentes historias, aparentemente sin relación, pero sólo aparentemente. Efecto noche ilustra lo extrañamente vinculados que pueden llegar a estar personajes diversos, incluso de lugares remotos, y cómo la intensidad de esos vínculos puede determinar vidas enteras.

Evocador y ambicioso, el título de la novela [Efecto noche] recuerda el artificio cinematográfico. Nos topamos con Jung, Zenón Eleata, Orwell, Wilhelm Reich, Novalis, leyendas hasídicas, desórdenes de la personalidad, despertares de coma, movimientos políticos radicales de los 60. Si todo esto suena a un gran contenido y estímulo intelectual, Reiken nos lo ofrece y nos deleita con las asociaciones entre las diferentes historias.
The Independent