El brutal asesinato de una mujer pone en alerta a la policía de la tranquila ciudad de Berlai. Junto al cadáver, un recorte de periódico relaciona el hecho con Gustavo Adolfo Bécquer, y ante la firme sospecha de que se trate de un asesino en serie, la policía contacta con quien parece conocer mejor que nadie al gran poeta del amor. Ariel Conceiro, bibliotecario y bibliófilo empedernido, vive anclado al doloroso recuerdo de un amor del pasado. Su vida se limita a la pasión por los libros y por el jazz, y a las visitas a su madre en la residencia geriátrica donde pasa los últimos años de su vida. La visita de la joven, seductora y descarada, inspectora Talironte y de su compañero Batista, al frente del caso del asesino de Bécquer, romperán la monotonía de su vida con la petición indeclinable de colaboración en el caso.
Los cadáveres enterrados de un niño prodigio del piano y una joven rumana conmocionan a la ciudad entera y advierten que si no se dan prisa en detener al culpable habrán más víctimas. Pero las pistas que Ariel se desespera en descifrar a contra reloj, porque sólo él puede hacerlo, y que son el único hilo del que tirar, no parecen conducirles al sospechoso adecuado.