El niño de Samarcanda es una historia de exilios forzosos: la infancia sin hermanos donde todavía acechan los fantasmas de la guerra civil, el pueblo entre dos aguas y dos continentes que se ignoran, la ciudad de la adolescencia condenada al naufragio, la familia de inmigrantes donde la libertad del niño contrasta con la soledad de los adultos. Es también la crónica del descubrimiento de la lectura, el tránsito de los tebeos a la gran literatura, el encuentro al rojo vivo con la poesía, la política y el viaje: una apertura al mundo. Desde los años sesenta a los primeros desencantos de la Transición, Juan José, el niño de Samarcanda, sueña con ser astronauta, o torero, o cantante pop. O periodista. O poeta. Entre la biografía ficticia y el reflejo veraz, El niño de Samarcanda es el retrato del artista adolescente en una sociedad tan lejana ya como el barrio al que nunca hemos vuelto, acaso porque hemos perdido nuestros recuerdos en un laberinto para el que no hay madeja.