La sencillez y transparencia de los escritos de Antonio Machado suelen ocultar grandes dosis de profundidad y complejidad provenientes de un sistema filosófico que, subterráneamente, se desarrolla y crece en su interior. Tal sistema mana de una doble fuente: la filosofía idealista de Kant (y por ende, en última instancia, de Platón) y la concepción heroica -propia del idealismo alemán- de la poesía, que no es concebida ya como música ni como mera geometría del signo, sino como una honda palpitación del espíritu. Ello permite a Machado liberarse de las tendencias narcisistamente autodestructivas de la burguesía de su tiempo y defender con vigor una fe en la realidad metafísica de la idea, lo que apunta, más allá de los hechos, a ideas y valores, o sea, en definitiva, a palabras. Y es que, como señala Machado una y otra vez, sólo de ciertas palabras podemos esperar la salvación de los hombres
Luis Martínez de Velasco es profesor de Filosofía y Ética en el IES Silverio Lanza de Getafe y profesor colaborador en el departamento de Filosofía Moral y Política de la UNED de Madrid. Se ha encargado de la edición de Antonio Machado y la filosofía.