La creciente popularidad de la poesía de Miguel Hernández no es consecuencia de una moda circunstancial o politizada, sino la reparación por un injusto silencio. Hay que admitir plenamente que aquel cara de patata, como le llamaba Pablo Neruda, es una de las figuras más auténticas de la poesía española contemporánea: su voz es barro, sí (Me llamo barro aunque Miguel me llame) pero barro hecho de luz, rayo que no cesa ni cesará en los oídos jóvenes. Este libro, coordinado por Juan Cano Ballesta recoge doce trabajos de doce destacados escritores y críticos de varios países que iluminan los aspectos esenciales del poeta: la biografía, la actividad poética, el teatro, la producción de guerra, el individuo y la colectividad, la metáfora, el erotismo, la arelación con Pablo Neruda... Intenta ofrecer una información veraz y una orientación adecuada para conocer y comprender mejor la figura de un poeta que cada día parece estar más vivo.