Las aptitudes intelectuales -como ha demostrado Torrance- tienen poco que ver con las creativas. Sobre este presupuesto se apoya un libro que demuestra con la experiencia que se puede confiar en las posibilidades de expresión y comunicación de las personas mayores discapacitadas. Para ello ofrece una estrategia de trabajo basada en intervenciones a la medida adaptadas a las diversas necesidades, huyendo de las generalizaciones e imprecisiones en que tantas veces ha caído la enseñanza. Ofrece un planteamiento muy bien articulado donde la actividad plástica y figurativa, las estrategias de lenguaje, el trabajo en grupos, la expresión con títeres y marionetas (construidos por los propios alumnos), el dibujo y la pintura, el modelado, el grabado, la decoración y la imagen animada por la palabra se entrelazan para salir al paso de las distintas situaciones que van planteando el hecho de la diversidad y la integración. Es un excelente apoyo para el profesorado, ya que cada modelo de los que se presentan, cada actividad, están descritas con detalle y de un modo que estimula y da pautas para crear otras nuevas.