Michael Berlint desarrolla en esta obra el concepto biopsicológica del individuo, que afecta en diverso grado su mente y su cuerpo. Para el autor, esa falta, que los pacientes experimentan como defecto y carencia a la vez, se origina en el período inicial de la vida, a causa de la discrepancia entre las necesidades materiales y psicológicas del niño y los cuidados y afectos que recibe.
Sobre la base de este concepto, se postula la existencia de un ámbito específico de la mente cuyos procesos tienen en su totalidad una estructura diádica, formada por el individuo y su objeto primario, y cuya fuerza dinámica se aplica a la finalidad excluyente de "enderezar las cosas". A este ámbito se oponen otros dos: el del complejo de Edipo, que tiene esencialemente una estructura triádica, integrada por el dinamismo característico asume la forma de un conflicto, y el ámbito de la creación, en el que no hay objetos propiamente dichos y cuya fuerza característica es el afán de crear, de producir.
Esta estructura básica y el concepto de falta básica arrojan una nueva luz sobre el fenómeno de la regresión en la situación analítica, que Baltin examina con detenimiento en la sección siguiente de la obra.
La segunda mitad del libro desarrolla temas clínicos y técnicos, el autor detalla sus observaciones clínicas y concluye con una descripción de sus propias propuestas técnicas.