En La huella de la bota el lector conocerá los pasos sorprendentes que ha dado el mundo ultraderechista, neonazi y neofascista con la intención de alcanzar representatividad en las instituciones, garantizando así su supervivencia. Surgen en España a finales de la Segunda
Guerra Mundial, cuando los nazis europeos refugiados en España (casi todos en la costa levantina) contaron con la complicidad del régimen franquista para seguir difundiendo su ideología. Por primera vez, se publica un listado de los líderes de estas organizaciones, seis personas con control absoluto y con peligrosas vinculaciones internacionales. Joan Cantarero, además, denuncia el peligro de Internet como herramienta fundamental de estas organizaciones para difundir sus amenazas y consignas masivamente.