Daniel es un agente de la Seguridad Presidencial que decide volver con su mujer y su hija a Malbalate, una pequeña aldea montañosa enclavada en el sur del país, para encontrar un poco de tranquilidad tras haberse visto involucrado en una extravagante conspiración política. Sus planes se torcerán cuando la fatalidad ponga en el mismo lugar a sus suegros, una hermética mujer casada con un cordero de piel pirata y corazón de payaso; a un bombero visionario que tergiversa la Historia en función de sus menguadas capacidades; y a un sedicioso carpintero que vive a medio camino entre la gloria y un burdel de tercera. Sin encuadrarse en ninguna línea ideológica, esta ficción simbólica con tintes marcadamente esperpénticos, revisa de forma cáustica algunas de las conductas de la política y la sociedad en que vivimos. Y lo hace con objeto de llamar la atención sobre el abismo moral que existe entre aquellos que día a día se juegan la vida con los valores humanos como única arma, frente a los que ponen a salvo sus cabezas agazapados bajo sus escaños. En esta historia, casi todos los personajes representan un ideal, un estamento, un bien o una perversión del mundo real. Descubrir quién es quién será tarea del lector.