He aquí a la familia de Ephraím Kishon, uno de los mejores humoristas mundiales, dentro de la línea de un Campanile o un Chevallier. Es la familia tal como la conocen a multitud de sus lectores diseminados en todo el mundo. Las simpáticas historias sobre los problemas familiares del famoso humorista establecen el contacto personal entre el autor y sus muchos lectores, puesto que describen los pequeños sucesos y dificultades de cada día que afectan a todos y ocurren en todas las familias. Constituyen las anécdotas más entrañables y humanas del gran humorista, porque cada línea suscita una sonrisa irónica sobre la actual dictadura de los hijos y la esclavitud de los padres frente a innumerables utensilios domésticos. Pero detrás de la sátira burlona se advierte constantemente el auténtico amor del autor para con su familia, ese amor que conmueve los corazones de millones de lectores.