Mussolini es recordado como uno de los dos dictadores fascistas más importantes del siglo XX. En 1922 se hizo con el poder en Italia y gobernó el país hasta 1943, cuando fue derrocado. Su mandato terminó en un desastre militar y una humillación personal, siendo ejecutado en 1945 por partisanos antifascistas. Esta biografía amena e ingeniosa se centra tanto en su personalidad como en su forma de gobernar. Se le contempla como un hombre con las aptitudes necesarias para alcanzar el poder, pero con pocas de las requeridas para ejercerlo correctamente a largo plazo. El autor sostiene que su atractivo consistió en encarnar virtudes vigorosas y masculinas ?coraje, responsabilidad, patriotismo, etc.? que hoy día están claramente anticuadas, pero que aún gozan de un apoyo muy extendido. Por eso, quienes le admiran aún le consideran el "Último Hombre de Europa". La descripción que hace Martin Clark de su liderazgo muestra un sorprendente parecido con los mandatos de políticos actuales, obsesionados por fábulas mediáticas y triunfos a corto plazo (tanto en política interior como en la exterior). Considera que Mussolini fue el pionero de una "mediacracia" ?el predominio de ciertos sectores periodísticos, que intentan asegurar que las instituciones sociales, incluso la esfera de la vida privada, se ajusten a los dictados de un gobierno?. Puede que el énfasis puesto por el fascismo en lo políticamente correcto haya sido completamente diferente, en su contenido, al actual, pero tienen en común la pretensión de que ciertas cuestiones no se puedan mencionar, ni siquiera pensar.