En la adolescencia aparece con frecuencia un brusco cambio en el tono y en la forma de dirigirse a los adultos en general y a los padres en particular. Decimos que el niño responde a sus padres, les replica, da portazos, etc. Esas pequeñas manifestaciones de independencia no tienen, en principio, nada de alarmantes, pero si el adolescente no recibe la pauta de comportamiento adecuada, puede pasar a otra fase en la que aparezcan los insultos o las injurias. Por ello, es necesario reaccionar a tiempo *A menudo, esta actitud tiene sus raíces en la infancia. Un niño que impone su ley a los tres años y que a los ocho rechaza categóricamente obedecer, corre el riesgo de ser un adolescente especialmente insolente. En temas de educación nunca es tarde para vovler al camino que nunca debió abandonarse *En esta obra los autores proponen a los padres algunas reflexiones y los consejos más útiles para marcar pautas al comportamiento del niño lo antes posible, para ayudarles a entender qué quiere decirles el adolescente con su insolencia, a enfrentarse a su sistemático espíritu de contradicción cuando todavía se está a tiempo, a contener sus conatos de violencia, a descifrar sus silencios y su particular lenguaje, y también a desarrollar el arte de la conversación Patrice Huerre es psiquiatra y dirige una clínica para estudiantes. Lawrence Delpierre es periodista.