Ana es una niña de 9 años que está enferma. Su abuelo, para distraerla a la hora de las comidas, va contándole historias de la Biblia que él mismo está leyendo. Los relatos que el abuelo escoge se ven interrumpidos por preguntas y comentarios de la niña, creándose divertidas conversaciones en las que también participan amigos de Ana y otros miembros de la familia. Así, al modo de integrar una historia dentro de otra, asistimos de forma paralela al relato bíblico y a las peripecias familiares. Pequeñas historias de la Biblia tiene un planteamiento nuevo y muy diferente a las biblias para niños existentes en el mercado. La avala el hecho de que es la primera Biblia de «autor», y sobre todo el prestigio de José Luis Olaizola, con una larga trayectoria literaria. Los dibujos de Quino Marín son dinámicos, alegres y coloristas, y aportan un toque muy especial a los textos.