Un bebé aparece cubierto de sangre, pero sin ningún rasguño. Una anciana que acaba de celebrar su cumpleaños descubre su propia esquela en el periódico. Un matrimonio recibe atónito la visita de un trabajador de la funeraria que viene a recoger el cadáver del marido, todavía vivo. El inspector de policía Konrad Sejer encuentra una extraña nota: «¡El infierno empieza ahora!». La calma de una pequeña población se ve interrumpida: alguien se está dedicando a sembrar el terror con mensajes que presagian la muerte de quienes lo reciben. Un libro en el que lo importante no es saber quién lo hizo, sino los motivos que le impulsaron a hacerlo.