Finales de los años 60, en un colegio religioso de las afueras de Madrid el curso parece comenzar como en los años anteriores, pero para tres de sus alumnos adolescentes y su profesor de Literatura será tan distinto que cambiará completamente sus vidas.
Juan y el Chino son dos chavales muy distintos, en el colegio habitan en dos mundos opuestos: mientras el Chino es el líder de los vagos y matones, Juan es introvertido, inseguro y estudioso, uno más de los pringaos que trata de sobrevivir en la jungla de las aulas. Sin embargo, los dos se irán acercando al compartir la amistad de un tercer chaval, Franco, y, al entablar, gracias a la literatura, una relación muy peculiar con su profesor, Don Dionisio, y con su esposa, María.
Mientras tanto, alrededor del grupo va surgiendo algo oscuro e inquietante, pues todos comienzan a sufrir el acoso de un hombre atormentado, solitario y lleno de rencor, el Prefecto del colegio, el padre Casimiro, que envidia su relación y que buscará de manera obsesiva su sufrimiento.