El escritor Ugo Riccarelli (Piamonte,1954) nos recrea en Un hombre que acaso se llamaba Schulz la vida del artista judío-polaco Bruno Schulz y de su familia, desde los años anteriores de la I Guerra Mundial hasta la invasión de las tropas alemanas de Adolf Hitler. La obra retrata con un exquisito veracidad la vida de la pequeña ciudad polaca Drohobyc donde el protagonista vive con su familia. La vida en esta ciudad de profundas convicciones judías parece ser muy tranquila aunque a lo largo de los años la familia Schulz resiste a los envites de la historia hasta que nuestro protagonista nos abandona por la bala de un nazi que logra apagar cualquier rastro de libertad. La novela Un hombre que acaso se llamaba Schulz está repleta de personajes extravagantes descritos con enorme ternura. En el centro de todos ellos se encuentra, Bruno Schulz, un hombre que pasa la mayor parte de su vida conviviendo con sus sueños y que finalmente los duros acontecimientos le devuelven a la cruel realidad. La obra de Ugo Riccarelli ofrece un espléndido ejemplo de biografía real e imaginaria al mismo tiempo. El autor nos sumerge en el mundo interior de ese personaje real (Bruno Schulz, 1892) y nos traslada a su hogar, a su tienda de telas, a sus escritos. y nos regala un retazo de historias de Europa a través de los ojos de este protagonista. Desde 1995, Ugo Riccarelli ha publicado varios libros y relatos, todos ellos avalados por reputados premios italianos como el “Premio Giusti” o el “Rai Corriere della Sera”. Con la novela Un hombre que acaso se llamaba Schulz, Riccarelli ha recibido el aplauso unánime en los siete países en los que ha sido publicado; además de conseguir en 1998 el prestigioso “Premio Selezione Campiello” que otorgan escritores, medios de comunicación y críticos italianos a la mejor obra del año.