Cuando Bernard Moitessier zarpó por primera vez de Indochina a bordo de un viejo Yaul carcomido por los teredos, y la segunda, en solitario con un junco llamado Marie - Thérèse,lo hizo en unas condiciones tan precarias como para impresionar al más temerario de los hombres. A pesar de ello se enfrentó con los elementos durante 85 días antes de naufragar en las islas Chagos. Milagrosamente había salvado la vida, pero su barco toda su fortuna, se hallaba en el fondo de los mares. Sin ninguna clase de recursos, trabajó duramente ahorrando para construir otro barco. Tres años más tarde se hizo de nuevo a la mar rumbo a Africa del Sur y las Antillas, desplegando un prodigioso ingenio para ganarse la vida y navegar. Esta es la apasionante aventura que explica aquí Bernard Moitessier, el joven que había de convertirse en uno de los más famosos navegantes de nuestro tiempo.