Daniel Ames es el prototipo del sueño americano: de origen humilde, ha logrado superar todos los obstáculos que la vida le ha puesto convirtiéndose en un abogado de renombre. Ahora es un asociado del prestigioso bufete Reed, Briggs, de Portland, y gana más dinero del que nunca hubiera soñado poseer. Sin embargo, cuando Aaron Flynn entra en su vida, Daniel se ve forzado a escoger entre conservar su cómoda posición o mantenerse fiel a sus férreos ideales, arriesgándose a perder todo lo conseguido hasta el momento. Flynn, un conocido fiscal, ha demandado a la empresa farmacéutica Geller -el mayor cliente de Reed, Briggs-, acusándola de producir un medicamento que tiene graves efectos secundarios. Daniel está seguro de que la demanda es infundada, hasta que cae en sus manos un informe muy comprometedor de la propia compañía. Daniel decide entonces iniciar una investigación por su cuenta; a pesar de ser acusado de incompetencia laboral y de ver saboteado su trabajo, luchará hasta el final por descubrir la verdad.