«No podemos negar la muerte. Pero podemos intentar dominarla». Ésta es una de las máximas que inspiran el trabajo del prestigioso Instituto Neurológico Febles. Su responsable, el doctor Ángel Febles, es una eminencia, un triunfador, admirado por su impresionante trabajo en la atención a los moribundos. Miren Fernández-Nimo también es una triunfadora, pero la suerte no le ha sonreído igual en todas las facetas de su vida. Profesional brillante, llega a la gerencia del Instituto Febles huyendo de su agitada vida personal, y muy pronto quedará atrapada también por la arrolladora personalidad de Febles. Y por algo mucho más terrible, que de ningún modo podía imaginar. Joaquim Quílez es médico y militante de la Asociación Dignidad Final, dedicada a la lucha por los derechos de los moribundos. Profundamente vocacional, entregado, incapaz de mirar hacia otro lado cuando aparece la injusticia, se dará cuenta de que la realidad en ocasiones supera la peor de las fantasías. Una carpeta llena de cartas de denuncia, la muerte del antiguo gerente, una sucesión de sueños extraños, una zona del hospital en la que está prohibida la entrada... Todos estos indicios llevarán a los protagonistas de esta historia y al lector a una encrucijada donde no es posible permanecer neutral.