En junio de 1627 se llevó a cabo un Auto de Fe de la Inquisición de Barcelona, como consecuencia, fueron condenados unos “perjuros”. La trama nace de una cita real del Dietario del Consejo de Ciento de Barcelona. A partir de hechos como estos, que en la actualidad nos parecen increíbles, Rubén Mettini fabula la historia y el martirio de una joven acusada de hechicería. Madelon Mariot es hija de calvinistas franceses acusados de herejía por la Inquisición Española. Al morir su abuela, Madelon pasa parte de su niñez en el Hospicio de Niños Huérfanos. En la adolescencia, huye de la dureza del hospicio y halla refugio junto a una vieja sanadora en San Martín de Provenzals. Allí aprende los secretos de la curación por medio de las plantas, hasta que la vieja es acusada de brujería por convocar.