Una novela magníficamente documentada que narra el destino de una mujer entre Carlos II de Navarra y un legendario rey de forajidos. Francia, 1349: doce años después del inicio de la que acabaría siendo la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra. El destino de dos mujeres a las que nada parecía unir está a punto de cruzarse: Yolanda es una bella y cotizada prostituta, quien consigue con ayuda de Sancho Lapin, un célebre salteador de caminos, acceder a los lechos de los más poderosos personajes; y la otra mujer también bella pero muy diferente, es Blanca de Navarra, la reina viuda de Felipe VI de Francia a los dieciocho años. Blanca siente admiración por la seductora Yolanda y, juntas, apoyan las pretensiones de Carlos II de Navarra, que cree haber sido injustamente desposeído de sus derechos a la Corona francesa, ocupada por sus parientes cercanos de la dinastía de Valois. Carlos II ha decidido aprovechar los avatares de aquella contienda para recuperarla. Pero antes, el monarca deberá acabar en Navarra con una sublevación del pueblo llano en contra del impuesto gravoso del monedaje y manda ahorcar, en el puente de Miluce, sobre el río Arga, a los cabecillas de la revuelta.