A fin de hacerse merecedor de su amada Goldmoon, Riverwind se ve forzado a emprender un viaje para realizar una misión casi imposible encomendada por los ancianos de la tribu que-shu: encontrar alguna prueba con la que pueda demostrar la existencia de los dioses verdaderos.
Junto con un excéntrico adivinio, apodado Cazamoscas, Riverwind se precipita por un pozo mágico y llega a un mundo en el que reina la hechicería. Allí, sus habitantes están esclavizados, y se percibe que se está fraguando una rebelión. Riverwind, Cazamoscas y una perspicaz muchacha elfa llegan a Xak Tsaroth y descubren la Vara de Cristal Azul de Mishakal, así como la presencia del terrorífico dragón negro, Khisanth. Una vez más, un entrañable personaje de la Dragonlance se convierte en el protagonista de este volumen de la colección Preludios.