Alguien preguntó: ¿dónde pretendes
encajar tu obra, a cual lector piensas
llegar? Otro respondió: llegaré al hombre,
pero entiéndase al hombre con h, al ser
humano que distingo por su adhesión a
razonar, a cuestionar, a salirse con la suya
con el disenso, al hombre con h – me
explico- al héroe que dice lo que muchos
piensan; porque hoy (entre nous)
lamentablemente el ombre sin h piensa lo
que muchos dicen, lo que la mayoría
repite. Encajo esta obra en la mente de
unos cuantos cubanos que no pueden
expresarse y no pueden leerme, en otros
tantos de fanáticos que temen
desarraigarse de la retorcida cultura que
los amarra y no quieren leerme por
prescindir de la h en su status sicológico,
por despreciar la mente por el corazón. En
esta, mi obra, resumo mi pensamiento
racional- que no racionalizado-, trenzado
con mi vida y su sentido: alcanzado. Cerré
mi respuesta a la pregunta de alguien así:
esta obra es de un autodidacta, para
nosotros.