El narrador nos va llevando de la mano en una historia de amor, posible en cualquier latitud del mundo, en un mundo postmoderno donde las relaciones humanas han dejado de ser lo simplistas que resultaban en siglos anteriores. ¿Novela transgresora?¿Utiliza una estética de provocación para dar a conocer los intersticios de una relación amorosa que cobra tintes apocalípticos en algunas zonas del relato y en otras parece que fuera a convertirse en una novela rosa? ¿Niega la simplicidad de la realidad literaria, o tal vez critica a la propia estética utilizada? Cuestiones que Andrés Casanova pretende desvelar con el desarrollo de la especial trama.
Estructurada en cinco falsos epílogos del autor y cuatro partes de la trama principal. Novela para disfrutarla como un simple entretenimiento y pura diversión, o para que cada lector medite sobre el propio rumbo de su vida, con independencia de los criterios personales de quien determine leerla.
Resulta difícil enunciar todos los aspectos positivos de esta novela, no por espacio, sino por no abusar más de la paciencia del lector. Los dos pilares fundamentales de la novela, aunque decir novela es poco decir pues es novela y muchas cosas más, son, de un lado, la riqueza lingüística, idiomática, descriptiva, filosófica si se nos permite, y de otro el debate interior del autor entre la planificación y el dejar correr la pluma como decía Cortázar, novela no-plan, o si se quiere sin plan, sin planificación, como gusta decir al autor, y la incursión filosófica en contra de la postmodernidad, lo cual está bastante de moda después de la quiebra del todo vale y del agotador eclecticismo en fondo y forma . Si todo lo metemos en la coctelera de un buen combinado cubano, el mojito por ejemplo; la novela se compone de las vivencias cotidianas del autor, de sus devaneos en forma de epílogos y de una historia encastrada en la narración general a modo de folletín radiofónico, guión de telenovela, o similar; con un resultado más que sorprendente. Estamos ante una obra de trascendente importancia, que con el paso del tiempo, seguramente quede como paradigma de la reflexión literaria más profunda a través de una obra de ficción; y además, escrita para entretener y pasarlo muy bien con su lectura, sin olvidarse de la descripción tan realista de la sociedad cubana.