La tierra más alejada de cualquier otra es el escenario al que Brooks Hansen nos arrastra para narrar con brillantez la historia del último exilio de Napoleón Bonaparte, que tuvo lugar en 1815 en la isla de Santa Elena, en pleno Atlántico. La llegada de Bonaparte y su séquito despierta una gran agitación entre los expatriados ingleses y los descendientes de los colonizadores portugueses que pueblan la isla, pero sobre todo alarma a sus esclavos, que ven a Bonaparte como un demonio blanco. Ya instalado en la isla, mientras aguarda su inevitable final, Napoleón traba amistad con la adolescente Betsy Balcome, la única persona capaz de traspasar su fachada imperial y conocer al hombre orgulloso y herido que ésta esconde. De naturaleza exuberante, espléndidamente aislada y con un legado propio de historia, costumbres, secretos sepulcrales y religión pagana, la isla de Santa Elena se erige también en personaje y, en las manos de Brooks Hansen, el relato histórico de la estancia de Napoleón adquiere tintes de una ficción brillante y cautivadora.