El libro trata de exponer las penalidades que sufrimos algunos seres humanos por injusticias cometidas, en este caso por circunstancias muy especiales, como es el caso de María, hija de una mujer millonaria y un Canónigo Doctoral, quienes dieron la niña en adopción a un matrimonio de agricultores de escaso patrimonio. La adopción fue hábilmente condicionada por el canónigo con la intención de que en su día pudiera quedar sin efecto de acuerdo con el artículo 5º de la Ley de adopción del 17 de Octubre de 1941. Un caso de apendicitis, ocurrido en una finca donde María trabajaba, es llevada al pueblo por un joven, Alfonso, disponiendo solamente de una yegua. En ese traslado, dificultoso por la lluvia, surge entre ambos una chispa de amor. María ingresa en el hospital, en donde el mayordomo de la madre, que tiene ingresada una hermana, y que había formado parte en la trama de la adopción, descubre la identidad de María. El marqués de Azcárate, marido de la madre de María, con la graduación de coronel del ejército, no logra enterarse de la existencia de la niña. Las dos parejas: María y Alfonso; y el canónigo y la marquesa, quienes atrapados en la cultura clasista e hipócrita de la época, lucharán, cada uno a su manera, intentando sortear los impedimentos sociales para alcanzar sus intereses. El arrepentimiento y buen hacer, pueden compensar las malas acciones del pasado.